¿Se bailará Son en Beijing?

Pedro Pablo Pichardo encabeza el ranking de la temporada en triple salto

Al atletismo cubano en los Juegos Panamericanos Toronto 2015 le faltó “sazón”. La culpa no es de nadie, o de todo el mundo, que es casi lo mismo. Ahora es tiempo de enfocarse en el futuro. El Campeonato Mundial del “Deporte Rey”, pactado para iniciarse el próximo día 22 en Beijing, China, está a un pestañazo.

Nuestro pasado más reciente en esas justas es bien doloroso y el mañana es incierto. Otro resbalón como en Moscú 2013 o Daegú 2011 sería la hecatombe. En Rusia la delegación criolla quedó en el puesto 23 del medallero, con un metal plateado y dos bronceados. En Corea del Sur anclaron en el sitial 18 (0-1-3).

Así las cosas, tendríamos que preguntarnos: ¿qué hace falta para cambiar el rumbo de la Mayor de las Antillas en las citas universales a cielo abierto?

Primero hay que ser objetivos. No se puede restaurar el atletismo de la Isla en un año. Se necesita un cambio muy brusco (infraestructura, mentalidad, recursos, atenciones, etcétera). Pero quizá baste con el aporte de cuatro figuras para agarrar uno de los 10 primeros escaños. Simplemente analicemos cómo les puede ir a nuestros muchachos y muchachas en la tierra de la Gran Muralla.

Les propongo tocar las áreas donde hay cubanos con posibilidades a títulos -sin desestimar que una simple anomalía puede aguarnos la fiesta-, así que nada es seguro.

Como todos saben, en el atletismo moderno para hablar de pronósticos es casi imposible desestimar el ranking de la IAAF. Dentro de ese “oráculo” tan citado hay listados por especialidad. No es que sea algo exacto, pero funciona, a veces. Mirar ahí sirve para vaticinar un posible futuro.

Pues bien, ese escalafón dice que Cuba puede obtener dos coronas en la capital china. Por supuesto, a veces un antojo divino echa por tierra todo el trabajo profético apoyado en las estadísticas, porque, como en la vida, nada es perfecto.

Según el ranking de 2015, el triplista santiaguero Pedro Pablo Pichardo no debe “pasear la distancia” ante al estadounidense Christian Taylor, pero bien puede vencerle en pos del título. De acuerdo con los números, la “bronca” será bien reñida.

El cubanito cuenta con dos intentos por encima de los 18 metros (18,08 y 18,06) en lo que va de campaña. En tanto, Taylor alardea con tres (18,06; 18,04 y 18,02). No obstante, “Triple P” presenta cuatro saltos más allá de los 17,90m (17,99; 17,96; 17,94 y 17,93), por solo uno del norteño (17,96). En esta escena el ranking-oráculo no da una imagen muy clara.

Lo mejor es que el récord mundial (18,29) en poder del británico Jonathan Edwards puede estrellarse con semejante prueba de fuerza entre estos saltamontes.

Yarisley Silva es favorita a lo corona en la pértiga

Otra corona en el ambiente se anuncia con la firma de la pertiguista Yarisley Silva. Su reciente cetro en Toronto, con plusmarca para la lid (4,85 metros) y mejor vuelo de la campaña de 4,91m, la señalan con dedo dorado. La griega Nikoleta Kyriakopoulou (4,83), la estadounidense Jennifer Suhr (4,82) y la brasileña Fabiana Murer (4,80) serán para ella como un viaje en camioneta en horario pico.

Por otra parte, en el lanzamiento del disco mandan Croacia y Cuba. Si no se abre la tierra y sale una “aparecida”, la pugna será entre Sandra Perkovic (70,08 metros) y Denia Caballero (70,65). A la guerra de estas deben sumarse la santiaguera Yaimé Pérez (67,13), la alemana Nadine Muller (65,72) y la australiana Dani Samuels (66,21).

Aquí no cuenta mucho el tiro más distante, sino la estabilidad. Perkovic posee seis de los disparos más potentes de la campaña actual. Caballero ostenta cuatro. Eso sí, de tú a tú la croata tiene más historial, fuerza y lauros. Pero como todo en la vida, un día malo lo tiene cualquiera. Para la cubana el podio es casi seguro. El oro sería la sorpresa.

Corriendo 800 metros entre mujeres pueden caer sorpresas. Apostarle a una medalla de Rose Mary Almanza no sería cosa de locos. Pero lo cierto es que sus 1:57.70 minutos (válidos para el segundo puesto del presente ranking) no se ven como algo accesible ahora.

Con estas breves cuentas, y lo que puedan aportar otros de nuestros representantes, Cuba podría descansar en el puesto ocho. Una pequeña alegría que no debe camuflar grietas más profundas.