“Mi visión está centrada en Tokio 2020”
Zayas aspira a emular al gran Javier Sotomayor / Foto: ACN |
A Luis Enrique Zayas Fernández
lo conocí unas semanas después de hacerse con el título en el salto de
altura del Campeonato Mundial de Atletismo, categoría sub-20, efectuado en la ciudad
polaca de Bydgoszcz.
Sin embargo, algunas
lesiones le evitaron mantener la regularidad y brillar en los principales eventos,
hasta que hizo “saltar” a toda Cuba en los Juegos Panamericanos Lima 2019,
donde ganó la corona con marca personal de 2,30 metros.
Espigado y de menuda complexión, Luisitín –como
le llaman cariñosamente sus más allegados- tiene entre sus mayores anhelos
igualar las hazañas de uno de los íconos del deporte cubano, el mítico Javier
Sotomayor.
“En la vida hay que ser ambiciosos. Sotomayor
es un ídolo para mí y ojalá algún día me acerque a sus logros. Lo que sí puedo
asegurarles es que trabajo muy fuerte cada día para superarme en cada
competencia en la que participo”, confesó el saltador santiaguero.
Por estos días donde toda actividad atlética
está suspendida a causa de la Covid-19, Luis Enrique -ya clasificado a los
Juegos Olímpicos Tokio 2020- se resguarda en su hogar, junto a sus familiares,
a la espera de que todo regrese a la normalidad.
“La decisión de parar fue la correcta, no solo
por el público, sino también por nosotros mismos, los atletas. Ahora lo que nos
toca es cuidarnos y cumplir con todas las medidas de higienización para evitar
infectarnos con el virus”, aseguró Luisitín vía electrónica.
Con respecto a su autopreparación en casa, el
atleta confesó que se mantiene activo, realiza ejercicios a diario para que la
pausa no lo afecte físicamente y mantiene la misma ilusión de brillar en la
cita estival, que ahora se celebrará en verano del 2021.
Condiciones le sobran a Zayas para alcanzar sus
metas. En Lima 2019 se convirtió en el cuarto cubano que se corona a nivel panamericano
luego de que su actual entrenador, Juan Francisco Centelles, lo hiciera en
Caracas 1983; Sotomayor en Indianápolis 1987, La Habana 1991 y Mar del Plata
1995; y el también santiaguero Víctor Moya en Río de Janeiro 2007.
“Mi visión y esfuerzo están concentrados en la Olimpiada, pero ahora lo
más sensato es quedarse en casa. Es por eso que exhorto a todos mis seguidores
a que tengan conciencia del complicado momento que atravesamos en la
actualidad. Solo así venceremos la pandemia”, finalizó el indómito.
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