Un póker en busca del cielo


El Bayern Munich le aplicó una sonada goleada al Oporto para pasar a "semis"


No me canso de decirlo cada vez que analizo la fase previa de la Europa Champions League: más allá de las sorpresas y de alguna clasificación o eliminación inesperada, a la hora de la verdad, son los poderosos los que prevalecen.

Esta temporada no es más que la confirmación, ya que los cuatro semifinalistas son claramente los mejores equipos de Europa en este momento: Barcelona, Bayern Munich, Juventus y Real Madrid, en estricto orden alfabético.
Que quede claro que ni siquiera se necesita hacer referencia a la historia, porque en ese campo también los cuatro correrían con ventaja: todos ellos son múltiples ganadores de la Copa de Europa, desde los 10 tìtulos del Real Madrid hasta los dos de la “Juve”, los cinco del “Bayern” y los cuatro del Barcelona.
Acumulan así 21 de 59 títulos, un impresionante 35% del total, pero además, han protagonizado múltiples finales y son protagonistas casi permanentes de la competencia.
Pero más importante todavía es que el presente los encuentra al top de sus respectivas ligas: Bayern Munich y Juventus se encaminan a consagrarse con mucha holgura en la Bundesliga y en la Serie A, respectivamente, para mantener su hegemonía. Mientras, La Liga se ha convertido, como suele suceder, en un asunto entre dos: Barcelona y Real Madrid.
Los cuatro están también en un pequeño grupo de clubes europeos que se pueden dar el lujo de mantener planteles de calidad y cantidad, formados casi exclusivamente por jugadores de selecciones de primer nivel mundial. No cabe duda de que ese es el caso de Barcelona, Real Madrid y Bayern Munich, y dentro de la austeridad reinante en los últimos años en el “calcio”, la Juventus es el equipo con los nombres más relevantes.
Un dato más: salvo por la Vecchia Signora, cuyo título más reciente se remonta a 1996 y no llega a la final desde 2003, los actuales semifinalistas han sido campeones de tres de las últimas cuatro ediciones.
Barcelona se consagró en 2011, Bayern Munich en 2013 y Real Madrid en 2014. Solamente el Chelsea interrumpió esa continuidad, pero su víctima en 2012 fue el “Bayern”. Como los alemanes también fueron finalistas en 2010 y el Barcelona fue campeón en 2009, podemos ver que en los últimos siete años tres de estos cuatro equipos han estado en alguna definición.
Ese rendimiento extraordinario de las últimas campañas se ve reflejado hoy. Los cuatro fueron justos ganadores de sus series: algunos con más holgura que otros, pero todos ellos merecidos semifinalistas, al haber sido claramente superiores a sus rivales a lo largo de los 180 minutos.

La Juventus puede dar la sorpresa y "colarse" en la Gran Final de Berlín

Quizás fue la Juventus quien pareció imponerse por menor margen, ya que fue el solitario gol de penal del chileno Arturo Vidal en la ida lo que le permitió dejar afuera al Mónaco. Pero en ambos partidos el equipo italiano fue mejor, manejando los ritmos de ambos partidos y sintiéndose cómodo a la espera ante un rival al que le cuesta marcar y, sobre todo, se le complica muchísimo ganar de local.
Así fue que la diferencia de un gol, corta en los papeles, fue holgada en la realidad. Y si bien la “Juve” parece estar un escalón por debajo del resto de los semifinalistas en profundidad de plantel, es claramente el único club del “calcio” que hoy día puede plantársele de igual a igual a los otros tres. Además es un equipo incómodo para el enfoque ofensivo y con afán de protagonismo que comparten Barcelona, Real Madrid y Bayern Munich.
Fue justamente el poderío ofensivo el que puso a los alemanes entre los mejores cuatro después de un 3-1 adverso en la ida. Las ausencias que tanto se habían notado en el primer encuentro, o mejor dicho, el poco peso que tuvieron sus reemplazos, quedaron en el olvido en un primer tiempo brillante y en el que, además de un funcionamiento colectivo aceitado que asfixió al rival, apareció la potencia goleadora de Lewandowski y Müller.
El 5-0 parcial fue una exhibición cercana a la perfección de los de Guardiola que hizo recordar al primer tiempo de Alemania ante Brasil en el último Mundial, en el que a un equipo le salía todo bien y el otro parecía ausente. El Porto mejoró en la segunda etapa aunque ya era tarde.
Aun así, si el colombiano Jackson Martínez hubiera aprovechado la chance que tuvo para dejar el partido 2-5, los portugueses hubieran estado a solamente un gol de la clasificación y la historia podría haber sido otra. De cualquier manera, los alemanes no sacaron en ningún momento el pie del acelerador y sellaron su pase sin contratiempos.
Tiene la Bundesliga casi resuelta y a medio equipo titular en vías de recuperación, con Robben, Ribery, Schweinsteiger, Alaba y Dante buscando estar en plenitud para los momentos clave.
También tiene varios nombres en la enfermería el Real Madrid, como Bale, Benzema y Modric, pero eso no le impidió volver a frustrar al Atlético Madrid en la “Champions”. Fue sobre el final como en el partido decisivo del año pasado, pero no debería haber penado casi 180 minutos el equipo de Ancelotti para clasificarse.

"Chicharito" Hernández anotó el gol que le dio el pase a semifinales al "Madrid"

El gol del mexicano “Chicharito” Hernández puso justicia en una serie que el Madrid dominó de principio a fin. El Atlético pateó poco al arco, quizás menos en la vuelta que en la ida, y además mostró desacoples defensivos extraños de observar en el equipo de Simeone. Pareció que la defensa, acostumbrada a achicar hacia atrás, estaba más expuesta que de costumbre con menos espacios cubiertos.
De alguna manera, el método que tanto resultado le dio a los “colchoneros” los limitó en esta ocasión: es entendible que haya resistencia al cambio cuando algo funciona, pero dio la sensación de que en esta oportunidad se necesitaba de más atrevimiento para llevarse la serie.
Adelante, Mandzukic quedó muy solo, porque es un muy buen delantero cuando le llevan la pelota al pie a zona de definición, pero no tiene tanta velocidad para causar el desequilibrio por cuenta propia. Con Griezman condenado a ser un media punta alejado del área en un esquema 4-4-1-1 en el que los mediocampistas estaban más preocupados por la marca que por soltarse, es lógico que la pelota y las oportunidades hayan sido propiedad casi exclusiva del Real Madrid. Si no hubiera sido por Oblak, el resultado hubiera estado sentenciado mucho antes.
Real Madrid fue entonces un justo ganador, pero a mi entender, sigue necesitando a un segundo volante central con más marca. Por algo Ancelotti improvisó allí a un jugador de carácter como Sergio Ramos.
Modric seguramente aporte su cuota cuando regrese para servirle de complemento a Kroos, pero como ya dijimos varios veces, ambos son número 10 de origen que se fueron retrasando, con lo cual en sus genes está la creación por delante de la recuperación. Y por más que Isco vaya y venga, también quedó claro en el buen partido que jugó que tiene instalado un chip ofensivo.

El "Barça" no tuvo problemas para doblegar al Paris Saint-Germain

Por último, la victoria del Barcelona nunca corrió peligro. París Saint Germain jamás lució convencido como para dar vuelta la historia y parece más preocupado por cuidar el frente local. Neymar confirmó su muy buen momento con dos goles (cinco de sus seis en esta “Champions” se los hizo al PSG), Iniesta mostró que todavía puede aportar su talento de a destellos y Suárez, con su actuación de la ida, dejó claro que le alcanza con un par de intervenciones para definir un partido. Y ni siquiera nos hizo falta mencionar a Messi...
Pero más allá de todos ellos, es llamativo ver qué lejos quedaron las críticas a Luis Enrique, que hace dos meses, según la prensa, estaba con un pie y medio afuera del banco. El equipo consiguió firmeza defensiva sin sacrificar posesión ni juego y va encaminado a una gran temporada, con chance en las tres competencias principales, y con números que pueden llegar a superar a los de entrenadores históricos como Cruyff y Guardiola, entre otros.
En definitiva, podemos soñar con unas semifinales inolvidables. Y como si eso fuera poco, entre las posibles finales habría un superclásico de España y habrá reencuentro de Guardiola con el Barcelona, pero ahora como rivales. Sea como sea, ya podemos pensar en unas semifinales de primerísimo nivel.

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