El peso de ser la pelota
Las Series Nacionales cubanas no pasan por su mejor momento |
Recientemente,
durante el habitual encuentro que realiza la dirección del INDER en Santiago de
Cuba con la prensa especializada del territorio indómito, escuchaba varias
reflexiones acerca de la magnitud que tiene para el movimiento deportivo de la
provincia el pobre papel desempeñado por las Avispas en la 55 Serie Nacional,
de la cual ya están eliminadas.
Las opiniones
“volaban” de lado a lado y como buenos cubanos, todos defendían sus posiciones
a capa y espada, con sus razones como escudo.
Yo también “metí la
cuchareta” en el tema, no podía ser de otra forma. Me dije por dentro:
“polémicas deportivas y yo afuera…de eso nada”. Así que hoy les propongo
analizar esta trama, en la cual no es fácil llegar a un punto de consenso, pues
como varias veces se ha dicho: en Cuba, la pelota, es la pelota…
Es imposible hablar
de deportes en Santiago de Cuba sin que salga a relucir el béisbol. El deporte
de las bolas y los strikes se ganó ser el abanderado de la segunda potencia
deportiva del país a base de buenos resultados, de alegrías y emociones
regaladas a un pueblo que disfruta y sufre al unísono de un grupo de hombres
que salen al diamante del “Guillermón Moncada” a intentar inmortalizar sus
nombres.
Actualmente el
principal pasatiempo nacional pasa por uno de sus momentos más sombríos, no
solo en “Santiago”, sino en casi toda la Isla. Y me pregunto: ¿Es justo valorar
el trabajo que se hace por desarrollar el deporte en la provincia solo por los
resultados que alcance el béisbol con su equipo de mayores?
La respuesta
obviamente es NO. Afirmar la cuestión anterior sería echar por tierra mucho
trabajo y sacrificio de hombres y mujeres que a diario ponen su empeño por
poner en alto el nombre de este pedazo de Cuba. Sería como menospreciar a
atletas de la talla de Manrique Larduet, Pedro Pablo Pichardo, Yunidis Castillo
y Omara Durand, entre muchos, muchos más.
Pero justo ahí es
donde la pasión nubla el juicio. Porque el béisbol es más que un deporte en la
Mayor de las Antillas. Es cultura, religión, nada más parecido a un tesoro
nacional.
Tal vez en otras
provincias, acostumbradas a frecuentar los últimos lugares, esto no sea un
problema. Pero en Santiago de Cuba muchos tienen el concepto errado de que el
deporte va de la mano de la pelota. O mejor dicho, de lo que hagan las Avispas,
porque el béisbol como deporte integral –aunque no lo crea- es actualmente cuarto
lugar nacional.
Sé que es
complicado hacer entender a una afición casi en su totalidad que ver a la
novena “rojinegra” cerca del sótano no es sinónimo de decadencia de la
actividad del músculo en “Santiago”.
No quiere decir
esto que la actuación en la 55 Serie no sea motivo de análisis por parte de los
directivos del INDER y de todos a los que compete. Habrá consecuencias, claro que
sí, porque mucho tiene que cambiar en el “Guillermón” para que las Avispas
vuelvan a picar. Pero eso ya es otro tema para debatir.
Habrá que encontrar la fórmula. “Santiago” tiene
que regresar -sí o sí- a los primeros lugares del béisbol en el país, pero aún
falta algún tiempo. Mientras tendrán que soportar el peso de ser el deporte
nacional, de ser la pelota.
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