De “villano” en el barrio a ídolo en la cancha




La gimnasia artística era el deporte que mayor interés le despertaba, pero sin percatarse, un balón de fútbol se apoderó de sus sueños.

Ni siquiera ser el más pequeño del barrio le impedía disputarles el esférico a sus vecinos a la hora de jugar. El tiempo pasó, el chico creció, y lejos de ser un jugador que pase inadvertido, el joven santiaguero Jorge Villalón Cobas, de 25 años, ya marca goles al máximo nivel del balompié cubano.
En la última jornada del 100 Campeonato Nacional, un tanto del atacante le dio el triunfo a su selección ante Villa Clara y el acceso al tercer puesto de la tabla general del torneo. Además llegó a cinco dianas y se ubica entre los primeros cañoneros del certamen.
-Ser el más pequeño de la cuadra no te intimidaba, eso habla mucho de tu carácter…
-Mi primo Carlos Castro, que vivía enfrente de mi casa, fue quien me inspiró para interesarme por el fútbol. Él jugaba en la calle todos los días en la tarde, y como yo era el más pequeño no me dejaban participar. Me daba tanta rabia que rompía a llorar y me encerraba en mi casa. Entonces él me dio la oportunidad de demostrar que yo podía jugar con ellos sin importar edad ni tamaño.
-¿Cuándo comenzaste en el deporte?
-En tercer grado, en la Ciudad Escolar 26 de Julio, con los profesores “Garfio” y “Juanqui”, que fueron los que me ayudaron a dar mis primeros pasos en esta disciplina. Gracias a ellos pude ser captado por la Escuela de Iniciación Deportiva y de ahí transité por todas las categorías hasta llegar al equipo Santiago de Cuba.
-Algunos pensaron verte en la última convocatoria de la selección nacional para la última “fecha FIFA”. ¿Crees que llegará tú momento?
-Integrar el elenco nacional es la aspiración de cualquier futbolista. Mi sueño es representar a Cuba en la arena internacional. Hasta el momento no ha podido ser, pero trabajo a diario para alcanzar esta meta. Mi hora va a llegar, pero también quiero ayudar al equipo de mi provincia a ganar títulos.

Jorge Villalón tiene un romande indisoluble con el balón de fútbol
-¿Es verdad que el conjunto santiaguero es como una familia?
-La relación entre nosotros es la mejor. Ellos dicen que si yo no estoy presente en el entrenamiento no es igual (sonrió). Yo siempre jaraneo y se divierten conmigo. El fútbol es un deporte de equipo y muchos de mis resultados se los debo a todos. Tengo que confesarte que en los últimos días he estado algo deprimido, por la lesión de Carlos Domingo Francisco, que es como un hermano para mí, y que no ha podido jugar ni un partido en el Campeonato. Su ausencia me afecta, pero el grupo me ayuda a que me salgan bien las cosas.
-La Primera División es exigente, ¿qué aspiraciones tiene “Santiago”?
-Hacía cuatro años que no jugábamos en la “Primera” y el cambio es bastante brusco. En el Torneo de Ascenso los equipos son muy físicos, pero la técnica de estos no es la mejor. En el Nacional están los mejores y la calidad es muy superior. Los rivales mueven mejor el balón y tienen más armas para hacerte daño. Gracias al trabajo del cuerpo técnico del conjunto aspiramos a mantenernos en la máxima categoría, y si nos llega un medallita…
-¿Qué necesita el fútbol cubano para mejorar?
-La práctica del fútbol en el país ha avanzado, a paso lento, pero podríamos decir que está en sus mejores tiempos. A pesar de esto, lo jugadores necesitamos mayor roce internacional. Sería bueno abrir la posibilidad de que equipos extranjeros puedan fichar a futbolistas cubanos. Eso sería importante, porque nos permitiría ganar una visión mayor del fútbol, táctica y técnicamente.
-Y los estudios, ¿cómo andan?
-Este año espero terminar la Licenciatura en Cultura Física. Ese va a ser uno de los goles más importantes de mi carrera.

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