Semifinales con sabor histórico
El Mundial de Brasil
2014 ya es historia. Historia de la historia, historia de la leyenda. Aún sin
conocerse ni quienes disputarán la final en el estadio Maracaná y mucho menos
quien levantará la Copa,
el campeonato de Brasil, que comenzó con la sombra del “Maracanazo” de 1950,
presenta unas semifinales de ensueño, un guiño a esa leyenda mundialista que un
día protagonizaron las cuatro selecciones que se mantienen en juego.
Dependiendo de los
vencedores de estas semifinales, el próximo domingo en Río de Janeiro podría
producirse un duelo tan inédito como gigantesco en la final como sería un
Brasil-Argentina o una revancha legendaria, la que protagonizarían al cabo de
40 años Alemania y Holanda.
Claro que, antes de
eso, el Mundial de los porteros, el campeonato de James Rodríguez, el torneo
que vio estrellarse a la campeona España, disfrutar a Costa Rica, el mordisco
de Luis Suárez o la trascendencia de Van Gaal, disfrutará de dos partidos tan
enormes como históricos.
GELSENKIRCHEN, BUENOS
AIRES, MARSELLA...
El miércoles, en Sao
Paulo, cruzarán sus caminos Argentina y Holanda. Personalizando el duelo en
Messi contra Van Gaal, su choque devuelve al escenario partidos épicos entre
ambos equipos y, por encima de todo, la final de 1978, la que condujo al
argentino Mario Kempes a la eternidad. La que provocó el final de la mejor
generación “oranje” del pasado siglo.
Todo había empezado,
sin embargo, cuatro años antes, en 1974. La segunda fase del Mundial de
Alemania Federal colocó en el mismo grupo a ambas selecciones y en el duelo que
abría las hostilidades, en el campo del Schalke 04, el equipo liderado por
Johan Cruyff aplastó a la albiceleste por 4-0. Deprimida por aquel repaso,
Argentina se despidió en silencio del torneo sin sospechar lo que el destino le
ofrecería al cabo de cuatro años.
El reencuentro fue la
apoteosis del equipo sudamericano. Fueron a encontrarse ambas selecciones en la
final de Buenos Aires, en 1978, recordada por los papelitos que inundaban el
césped y, sobretodo por los goles de Kempes y Bertoni que le dieron el título
al equipo de Menotti en la prórroga por un 3-1 que nadie olvida.
Aquel Mundial de
Argentina fue a significar el final de una generación inolvidable para los
“tulipanes”, que no contaron con el concurso de Cruyff y cuyo desempeño quedó,
injustamente, apartado del primer plano por la leyenda de la “Naranja mecánica”
de 1974 y también, por la grandeza del “Matador”.
Al cabo de 32 años, 2271 kilómetros al
norte de Buenos Aires, el grupo de Van Gaal tendrá el miércoles la ocasión de
saldar aquella cuenta pendiente. La
Holanda que perdió las finales de 1974, 1978 y 2010 se
presenta en la penúltima etapa al mando de Robben, de Van Persie, Sneijder,
Blind y un equipo ávido de gloria, y de vengar a los hermanos Van der Kerkhof,
Rep, Rensenbrink, Krol, Haan y demás que se quedaron a un palmo de la gloria en
el Monumental bonaerense.
Los argentinos
también pueden hablar de cuentas pendientes. Son los lloros que aún recuerdan
de 1998, del Mundial de Francia, un 4 de julio en Marsella donde el equipo de
Passarella fue eliminado en los cuartos de final por la Holanda de Guus Hiddink,
tras un áspero partido que se cobró dos expulsiones y que fue sentenciado en el
último minuto por Dennis Bergkamp, que rompió el 1-1 que adivinaba la prórroga.
Por encima de todo,
sin embargo, emerge en el recuerdo de 1978. El 25 de junio de hace 36 años,
cuando Holanda rozó el mismo cielo que le había robado cuatro años antes
Alemania Federal, y que al cabo de 32 años, en Sudáfrica, volvió a quitarle en
el último suspiro la España
de Iniesta.
LA REVANCHA DE YOKOHAMA
Pero si el miércoles
Sao Paulo acogerá la revancha entre holandeses y argentinos, un día antes,
mañana martes, en Belo Horizonte la
Alemania de Joachim Löw tendrá la ocasión de dar un golpe de
mano a los pronósticos y vengar al equipo que hace 12 años, en Yokohama, dobló
la rodilla en la final de 2002 ante Brasil.
Brasil es la única
selección que ha disputado todos los Mundiales y Alemania es el equipo más
regular en la historia del campeonato. Aunque la “seleçao” haya logrado cinco
títulos (1958, 1962, 1970, 1994 y 2002) por tres de la “Mannschaft” (1954,
1974, 1990), el equipo germano se mantiene como el mejor entre los mejores. Subcampeón
en 1966, 1982, 1990 y 2002, desde el torneo de Corea y Japón es fijo en las
semifinales y desde 1982 nunca ha caído antes de los cuartos de final.
Es precisamente el
campeonato de hace 12 años el que se catapulta al primer plano. Curiosamente,
aquel 30 de junio de 2002 fue el primer día en que se cruzaron los caminos de
ambas selecciones. Si se contempla que la antecesora de esta Alemania unificada
es la antigua RFA, porque de lo contrario podría recordarse que la RDA sí jugó ante Brasil, en la
segunda fase del Mundial de 1974 ganando la “canarinha” con un solitario gol de
Rivelino.
A la final de
Yokohama acudió el equipo de Rudi Völler tras vencer por idénticos 1-0 a Paraguay, Estados Unidos y
Corea del Sur en octavos, cuartos y semifinales, mientras los de Scolari, con
el renacido Ronaldo al frente, superaron en octavos a Bélgica por 2-0, por 2-1 a Inglaterra en cuartos (con
el inolvidable golazo de Ronaldinho) y a Turquía por 1-0 en las semifinales.
Su primer gran duelo
directo se decidió, claro, con dos dianas de Ronaldo, y al cabo de 12 años,
Alemania, que en 2002 podía igualar los cuatro títulos mundiales que entonces
tenía Brasil, buscará esa soñada revancha. Con Scolari otra vez al frente de la
“seleçao” y con Klose todavía en la plantilla de la “Mannschaft”.
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