Sin tiempo para relajarse (+video)
La lucha entre santiagueros y camagüeyanos por la primera posición sigue apretada / Foto: Jorge Luis Guibert |
Se fue la primera de
las tres rondas de la segunda fase y las Avispas de Santiago de Cuba siguen con
paso firme hacia la post-temporada de la 59 Serie Nacional de Béisbol.
Ya sé que faltan 30
juegos y que a partir de este sábado se reincorporan los integrantes de la
selección nacional, lo cual puede influir en el rendimiento de varios conjuntos;
pero la sensación que transmite la tropa del profesor Eriberto Rosales es que
cada jornada que pasa está más cerca la clasificación.
Salvo en la debacle del “Victoria del Girón”, donde los Cocodrilos matanceros hicieron trizas a la
nave “rojinegra”, ante el resto de los rivales -como se dice popularmente- se
dio la “talla”.
Victorias sobre Cienfuegos, Las Tunas e Industriales (estos dos últimos como visitantes)
devolvieron a los montañeses a lo alto de la tabla, donde aparecen aferrados a
la cima unos Toros camagüeyanos que salieron airosos del “Guillermón Moncada”,
dos éxitos a uno.
Precisamente, frente
a los agramontinos, que fueron los rivales más recientes de los indómitos,
vimos a los santiagueros mostrar dos caras. En una apareció el equipo falto de
chispa, en el que ningún pitcher puede hacerse justicia y donde no hay nadie
que, con un solo swing, prenda la
mecha de la reacción. ¿La conclusión? Derrotas de 8x0 y 6x3.
Por otra parte,
también pudimos disfrutar del elenco alegre, conectado con los miles de
aficionados que abarrotaron el Coloso de la Avenida de las Américas de martes a
jueves, ese que, sin importar de qué forma, convierte cualquier oportunidad en
un racimo de carreras. ¿Cómo terminó la cosa? Victoria de 6x3.
Y es que así son las
cosas en la segunda fase, una donde los rivales fallan menos y la calidad –la
mejor que tenemos en casa- está mucho más concentrada. No hay tiempo para
relajarse ni un segundo. Si lo haces lo pagas de una sola forma: con juegos
perdidos.
Ahora bien, las
subseries que comienzan este sábado, que son las que marcan el inicio de la
segunda roda, tienen un toque especial.
Lo primero es que
cada manager deberá decidir con
cuáles refuerzos se quedará una vez que retornen los internacionales. Aquí
tengo pocas dudas de que el profesor Eriberto Rosales decida prescindir del
hombre que eligió para sustituir a Yoelkis Guibert (el avileño Abdel Civil),
porque más allá de que el holguinero Carlos Santiesteban no acaba de darnos las
actuaciones que esperamos de él, creo que un pitcher nos hará mucha más falta
para lo que viene, que el fornido jardinero de los Tigres. A Abdel solo nos
falta darle las gracias por la ayuda y desearle que le vaya bonito.
Otro detalle,
bastante curioso, por cierto, es que en esta ronda las Avispas romperán el
empate que tienen con casi todos los equipos. Sí, porque salvo contra los
Leones de la capital, a los cuales dominan 5-0, con el resto de los
contrincantes andan 3-3. Así que, tal y como van las cosas en la tabla de
posiciones, este no es un detalle menor, pues no es nada descabellado pensar en
un posible empate al final del calendario regular.
Solo basta con
echarle un vistazo al escalafón para entender lo que les digo. Camagüey gana
más que nadie con 37 sonrisas y 22 descalabros. Sin embargo, tienen respirándole
en la nuca a “Santiago” y Matanzas, ambos con 36-23. Y cierra los puestos que
dan acceso a los play-off la
representación de Cienfuegos, con 35-25.
Precisamente, estos
cuatro equipos chocarán entre ellos desde el sábado, cuando los indómitos reciban la
visita de los yumurinos y los cienfuegueros acojan en la Perla del Sur a los
agramontinos.
Fuera de los cuatro
primeros está el campeón vigente, Las Tunas (34-26), que en su cuartel general
podría darle una estocada casi mortal a Industriales (31-28), peligrosamente alejado
de la “zona franca”.
Contra los Cocodrilos hay sed de revancha, pero no
creo que ninguno de los dos pueda volver a barrer. Lo que sí debe hacer la
tropa indómita es sacar provecho de jugar en casa y tomar la delantera en los
duelos particulares. Aunque para eso, no puede rebajar la adrenalina ni un
gramo. Nos vemos en el “Guillermón”.
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