Los Leñadores dañaron el nido
Los tuneros se dieron banquete ante el pitcheo santiaguero / Foto: Jorge Luis Guibert García |
Normalmente, en
torneos tan largos y extenuantes como la Serie Nacional de Béisbol es bastante
lógico que los equipos sufran curvas en su rendimiento, o lo que es lo mismo,
que unas veces le salgan mejor las cosas que en otras.
Tal vez sea eso lo ocurrido ante los actuales campeones nacionales, Leñadores de Las Tunas, quienes
conquistaron –por segunda vez en esta temporada- el mismísimo “Guillermón Moncada”.
Sí, porque más allá de
que el tercer duelo, que les daba la victoria y la ventaja a los tuneros en el
tope particular con las Avispas santiagueras, quedó sellado en las
postrimerías, no podemos obviar que el marcador era bien amplio (16x9) a favor
de los del Balcón del Oriente Cubano, así que yo les voy a dar, al menos
meritoriamente, ese éxito.
Ante los monarcas
actuales, la tropa del profesor Eriberto Rosales sufrió una metamorfosis de un
día para otro. En el primer juego supieron reaccionar a la hora necesaria,
cuando sus primeros relevistas fracasaron, y terminaron imponiéndose 10x8.
Sin embargo, 24 horas
después hicieron uno de sus partidos más erráticos del torneo, más allá de que
el pizarrón haya reflejado un marcador cerrado (8x7). Lo cierto es que la
defensa echó por tierra la buena labor monticular del derecho Carlos Font, pues
basta con decir que seis de esas ocho anotaciones fueron sucias.
Y como si esto fuera
poco, en el tercer desafío el equipo se derrumbó como un castillo de naipes. El
descalabro fue tal, que los Leñadores se dieron un festín ofensivo tan grande,
que el choque no pudo terminar antes de que la falta de claridad se apoderara
de la grama del “Guillermón”.
El resultado quedó “congelado”
y se terminará en caso de ser necesario (pienso que debería jugarse sea cual
sea el destino final de ambos elencos, por el tema de las estadísticas), pero,
vamos señores, eso será un puro formalismo, porque ese juego está decidido por
completo a favor de Las Tunas.
Créanme, más allá de
que “Santiago” es líder de la 59 Serie Nacional con balance de 41-26, el saldo
de este último tope particular es alarmante. Al final fueron 32 carreras
permitidas en tres partidos, más de dos pifias por encuentro y el pitcheo dio
una imagen bastante endeble.
Solo el bateo mantuvo
el tipo, pero con eso solo no se puede aspirar al éxito. Y todo esto, con un Clásico
al doblar de la esquina (enfrentarán a Industriales a partir de mañana jueves).
Hay cosas que
mejorar. No creo que el bajón ante la nave que comanda Pablo Civil se deba a un
tema físico o sicológico. Es cierto que a estas alturas es perfectamente
entendible que comiencen a aparecer muestras de cansancio, pero no pienso que
se deba a esto.
Sí sería buena idea hacer
algunas rotaciones dentro de lo posible, para darle chance a los que más
descansados están. Sin embargo, el pitcheo no ha sido tan sobreexplotado en
esta segunda fase. Incluso se ha alargado la rotación de los abridores y se han
movido determinados lanzadores al bullpen
para que su desgaste sea menor.
El tema de los
errores no es nada nuevo, pero debemos recordar que en otros torneos ha costado carísimo. No queda otra, hay que mejorar sobre la marcha y darles confianza a
los muchachos. Soy el primero que cree en ellos y en que no le fallarán a su afición,
no a estas alturas.
Quedan 21 encuentros
y llegó la hora del empuje final. Toca sacar el extra, para no morir en la
orilla. Nos vemos en el “Guillermón”.
Posiciones de la 59 Serie Nacional de Béisbol: 1-Santiago
de Cuba (41-26 y dos juegos pendientes), 2-Camagüey (40-28 y uno pendiente),
3-Matanzas (40-28 y uno pendiente) 4-Las Tunas (39-29 y uno pendiente),
5-Cienfuegos (38-31) y 6-Industriales (37-31).
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