“Me dolió mucho no poder ayudar a mi equipo”
Ulfrido puede aportarle mucho a las Avispas en la 61 Serie Nacional / Foto: Jorge Luis Guibert |
Tras el anuncio de que el lanzador zurdo Ulfrido García Andújar se incorporaría al staff de las Avispas santiagueras para la recta final de la 60 Serie de Béisbol, gran parte de la afición indómita vio en el serpentinero del municipio Songo-La Maya a un refuerzo de lujo para la nave “rojinegra” en pos de avanzar en los play-offs.
Sin embargo, Ulfrido no se enfundó la camiseta de los ocho veces campeones nacionales en ningún momento, lo cual desató varios comentarios de que su brazo no estaba del todo recuperado o que mentalmente el atleta no se sentía en condiciones de escalar el box.
Por estos días, el serpentinero comenzó su preparación para la edición 61 de la principal fiesta beisbolera cubana, y accedió a dialogar brevemente con Tiempo Extra acerca de su recuperación y metas para la próxima temporada.
“Trabajé mucho en el fortalecimiento del brazo, porque a pesar de que la lesión ya estaba sanada, tenía debilidad muscular, así que me centré fundamentalmente en ejercicios que me ayudaran a solucionar este problema. En el último ultrasonido que me realizaron se pudo verificar que todo marcha bien con mi recuperación”, explicó el número 75 del elenco montañés.
Considerado un prospecto del pitcheo santiaguero, Ulfrido aún no ha dado el salto de calidad que gran parte de la fanaticada espera de él, y así lo demuestran sus estadísticas tras ocho Series Nacionales, en las que acumula 45 victorias; 60 derrotas; promedio de efectividad de 4,54 carreras limpias por cada nueve entradas de labor y un elevado WHIP de 1,60.
“Ahora lo importante es recuperar las mejores sensaciones. Llevo varios meses sin lanzar, así que debo comenzar poco a poco. Físicamente estoy bien y me mantengo enfocado en la preparación para el próximo torneo. Quiero retomar la senda de mis mejores actuaciones y ayudar a mis compañeros a alcanzar la medalla que tanto anhelamos.
“Sicológicamente he dejado atrás el temor a recaer en la lesión. El año pasado fue duro para mí, pues me dolió mucho no poder ayudar al equipo, principalmente cuando se complicaron las cosas por los contagios de Covid-19 en plena post-temporada. Los médicos y los entrenadores me recomendaron que no me apurara, y si hubiésemos logrado avanzar a las semifinales, estaba decidido a incorporarme como fuera”, aseveró el pelotero.
Con velocidad registrada por encima de las 90 millas por hora en sus envíos, el muchacho songomayense siempre ha tenido en el control de sus disparos su asignatura pendiente.
“Eso es algo fijo en mis entrenamientos. Antes de lesionarme había obtenido una mejoría palpable y lograba ponchar más de los boletos que otorgaba. Ahora, tras un año sin acción, puede que haya un retroceso, pero con trabajo y entrega deben llegar los resultados”, finalizó.
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