Definición en el panal
Ya está confirmado, la etapa decisiva de la
I Serie Nacional de Béisbol sub-23 se
jugará en tierra santiaguera, así que las nuevas Avispas tendrán el extra de
ser apoyados por su público en busca del pase a la final.
A lo mejor algunos se sorprendan cuando lean la palabra:
FINAL, pero yo no, porque los nuestros han demostrado que están en una forma
espléndida para pelear por el cetro de esta novedosa lid.
Al cierre de la antepenúltima ronda de la clasificatoria,
los dirigidos por Alberto Aguilera muestran un average ofensivo colectivo de
287, con 160 hits conectados, 79 carreras producidas y un slugging de 368.
Ninguna de estas cifras sitúan a los indómitos entre los
tres primeros en estos departamentos, pero sí los mantiene sobre la media de lo
que se ha estado bateando en la justa, siendo el casillero de los cuadrangulares
el más anémico, ya que solo se acumulan tres.
Pero estas Avispas menores de 23 años traen una mezcla
diferente en sus genes. ¿Por cuánto un equipo santiaguero iba a ser segundo en
bases robadas de un campeonato nacional? Ya son 17 las estafas de los
corredores “rojinegros”, únicamente superados por las 18 que exhibe Isla de la Juventud.
Para seguir justificando lo antes mencionado hay que hablar
de la actuación del cuerpo de lanzadores, por mucho, el eslabón más débil de
los equipos del territorio desde hace ya unos cuantos años.
Resulta que el pitcheo es quien ha llevado la voz cantante
en el elenco santiaguero. Sus números son bárbaros: 2,35 de promedio de
efectividad, 148 ponches, 46 bases por bolas otorgadas y 53 carreras
permitidas. Líderes de la justa en todos estos acápites, o como diría el colega
Ernesto Jerez: “Apaga y vámonos”.
Pero esto no para aquí, son además los punteros en promedio
ofensivo de los rivales, bateándoles solamente para 174 (únicos por debajo de
200 en el torneo), además marchan al frente de los juegos salvados con ocho.
En este último departamento ha sido vital la función que ha
desempeñado el diestro Alaín Delá, pues los siete desafíos en los que ha
participado los ha hecho en rol de relevista, salvando en cuatro de estos y
ganando otros dos. Lo más llamativo es que no le han fabricado carreras limpias
en 15 entradas y dos tercios y le batean para un bajo promedio de 122.
Al parecer el técnico Alberto Aguilera le está protegiendo
de largas actuaciones, teniendo en cuenta que su papel en el equipo indómito de
mayores será protagónico, o quién sabe, y su nueva función sea como “matador”.
Como es lógico todo no es “color de rosa” en la nave de los
montañeses. La defensa sigue lastrando y así lo confirma el 956 de promedio
colectivo, por debajo de la media que es de 961.
Imagino que Luis Danilo Larduet y su equipo estén sacando
nota de esto, pues sumado a los 30 errores cometidos por los nuestros, la
mecánica defensiva a penas ha logrado jugadas de doble play, sumando únicamente
dos.
El primer paso ya está dado, ahora vamos por la Final y por darle un alegrón
a la afición santiaguera que le haga olvidar todos los desabríos sufridos en
las últimas campañas. Convirtamos el “Guillermón” desde el próximo día 30 en un
verdadero panal.
Posiciones de los
equipos: Grupo A: Matanzas
y Artemisa (10-8), Pinar del Río (9-9) e Isla de la Juventud (7-11). Grupo B: Cienfuegos y Mayabeque (10-8),
Habana (9-9) y Villa Clara (7-11). Grupo
C: Ciego de Ávila (10-6), Camagüey (9-8), Las Tunas (8-9) y Sancti Spíritus
(6-10). Grupo D: Santiago de Cuba
(15-3), Granma (9-9), Holguín (8-9) y Guantánamo (3-14).
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