Cuando 19 juegos parecen una eternidad

La defensa de las Avispas no ha estado nada bien / Foto: Miguel Rubiera Jústiz (ACN)

Al límite andan las Avispas santiagueras en la tabla de posiciones de la 61 Serie Nacional de Béisbol, a la que solo le restan 19 partidos para completar su calendario regular y darle paso a los siempre apasionantes play-offs.

La tropa que dirige el profesor Eriberto Rosales anda por el puesto siete (solo clasifican ocho) con balance casi parejo de 29 victorias y 27 derrotas, con solo un juego de ventaja sobre el noveno ubicado, Matanzas, y a seis completos del líder, Ciego de Ávila.

Para remate, las tres próximas subseries de los montañeses son fuera de casa, donde pierden más de lo que ganan (13-15), ante rivales entre los que se incluyen el actual campeón Granma y uno de los elencos más estables de los últimos años en la pelota cubana, Las Tunas, quienes además están ahora mismo en el top-4 del torneo.

No nos podemos engañar. La realidad del equipo “rojinegro” ahora mismo es complicada. El cuerpo de lanzadores no rinde lo mismo que al principio del certamen, tiene bajas, lesiones y brazos veteranos que han acumulado mucho más innings de los que hubiese preferido darles el profesor Eriberto a estas alturas del campeonato.

Los números de los serpentineros tampoco invitan al optimismo. Al staff santiaguero le batean los contrarios para .315 (penúltimos entre los 16 elencos de la lid), el promedio de efectividad es de 5,64 carreras limpias por encuentro (oncenos), son los decimoterceros que más anotaciones han permitido (359), tienen el cuarto WHIP más alto del certamen (1,78) y reparten casi la misma cantidad de ponches que de boletos (238 / 233).

Los males se agudizan aún más si echamos un vistazo a la defensa. Las Avispas son el peor equipo de la Serie con 87 pifias en 56 partidos. Y eso son solo las que van a las estadísticas, pues sabemos que hay otras que no contabilizan, pero influyen negativamente en un juego de pelota. Esa cantidad deja un average de .960; aunque también vale señalar que son los terceros que más jugadas de double-play han fabricado (78).

Para que tengan una idea de lo que puede costar una mala defensa. “Santiago” tiene en la temporada 13 juegos en los que no ha cometido errores, y en estos el saldo es de 12 victorias y solo una derrota. Además, 22 de sus 29 sonrisas han llegado cuando cometen solo uno o cero errores. ¿Entonces, influye o no?

Esto obliga a que la ofensiva, que tampoco es que esté desbordada ni mucho menos (novenos con .297), tenga que cargar con todo el peso de la nave indómita. Y aunque los santiagueros se las han arreglado para ser los terceros que más anotaciones fabrican (372), hemos visto más de un choque donde los “rojinegros” hacen 10 carreras y los rivales se aparecen con 14. Así es difícil ganar. 

A pesar de los pesares. Los de la llamada “tierra caliente” son de los pocos que se pueden regodear de que nunca han estado fuera de zona de clasificación desde que comenzó esta 61 Serie. A ese es el clavo caliente al que debemos aferrarnos. No lo duden, será 19 juegos muy largos, pero no nos queda de otra. Hay que creer. Nos vemos en el “Guillermón”.

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