Desarmados

Los cubanos no han podido frenar a ninguno de sus rivales en la Copa Oro 2019        Foto: publimetro.com.mx


El balón está que hierve por estos días y no precisamente por las altas temperaturas que nos azotan. Y es que el más universal de los deportes no se detiene: Mundial femenino, Campeonato Europeo sub-21, Copa Oro, Copa América, las noticias de los fichajes y ventas de los clubes… en fin.

Pero hoy quiero detenerme en lo hecho por la selección cubana que interviene –por mérito propio- en la Copa Oro de la Concacaf, que se desarrolla actualmente en varias ciudades de los Estados Unidos.
Los cubanos debutaron con una abultado 7x0 en contra ante el potente México y después, en vivo y en directo por Tele Rebelde, Martinica los eliminó con un 0x3 que terminó por colmarle la paciencia a la afición antillana.
Comentarios y opiniones de este nuevo fracaso del balompié de Cuba he escuchado y leído por montones en las últimas horas. Les confieso que coincido con algunos, pero otros me han hecho sentarme a escribir estas líneas para dejar claro mi punto de vista.
Comenzaré por decirle que para nada culpo a los atletas por estas derrotas. Ellos no son los responsables de que en su Liga Nacional carezca de calidad, que la mayoría de los terrenos no tengan el mínimo de condiciones para la práctica del fútbol, que el transporte llegue tarde y en ocasiones falle, que la preparación de árbitros y el personal técnico que intervienen en esta no sea la mejor, entre otros males que no terminamos de erradicar en el certamen doméstico.
Todo esto nos lleva a sacar una sola conclusión: En Cuba el futbolista involuciona, porque los directivos del más universal de los deportes en la Mayor de las Antillas siguen empecinados en utilizar medios que ya no funciona.
Mucho se habla de posibilidad de convocar a los jugadores con nacionalidad cubana que se desempeñan en Ligas foráneas, los llamados “legionarios”; pero les soy sincero, creo que ni con ellos podríamos sacar un resultado positivo. Tal vez maquillar las derrotas, pero ganar…
Porque a pesar de la poca calidad individual que muestra la selección cubana, lo que más aqueja a nuestro equipo es la pobre disposición táctica que muestra. Y eso, amigo mío, tampoco es culpa de los atletas.
Cuba necesita mejores directores, mejores entrenadores, mejores preparadores físicos o, de lo contrario, capacitar a las suyos más, mucho más.
Solo así veremos un elenco que tendrá una idea de juego clara y no uno que andará por las canchas sin rumbo, a la espera de que el árbitro pite el inicio y el final del partido.
Pero esta Cuba que vimos en la Copa de Oro no es sólo culpa del DT Raúl Mederos, quien dicho sea de paso mostró muchas carencias como estratega. Esta Cuba de hoy es el reflejo de años de mal trabajo, de dejadez y falta de apoyo de las organizaciones cubanas al futbol, de Campeonatos Nacionales de pocas fechas y de la poca contratación de futbolistas locales a torneos en el extranjero. 
Hoy Cuba está fuera de la Copa de Oro porque la realidad se impone, porque el mundo evolucionó y nosotros nos quedamos detenidos en el tiempo, o decidimos caminar hacia atrás. Cuba está lejos, muy lejos de lo que iba camino a ser en el balompié y es el ejemplo real de que, si no evolucionas o te adaptas a la actualidad, te quedas desarmado.

Comentarios

Lo Más Pegao'