Fuente inagotable de energías (+videos)

El "Ramón López Peña" es uno de los círculos de abuelos más populares de la ciudad de Santiago de Cuba


Recuerdo el día que el profesor Carlos Ferrera Marrero me hizo una invitación para participar en una de sus clases en el círculo de abuelos Ramón López Peña. Sin dudar acepté y coordinamos la visita.

En uno de los parques de la calle Trocha, el “Ramón López Peña”, perteneciente al combinado deportivo Virgen Felisola, agrupa a 30 abuelas que van desde los 60 hasta los 90 años, quienes se reúnen tres días a la semana para –durante 45 minutos- hacer a un lado sus rutinas y con jovial entusiasmo recibir las lecciones que imparte el profesor Carlos.
A decir del propio entrenador, allí no solo se realiza la práctica cotidiana, pues también se promueven otras actividades como caminatas, excursiones, visitas a sitos históricos y hermanamientos con otros círculos.
“Te confieso que cuando comencé en el combinado no era esta la labor que esperaba realizar. Sin embargo, una vez empecé a relacionarme con las abuelas quedé seducido y hoy puedo asegurarte que nada me hace más feliz que estar aquí con ellas. Creo que también se sienten bien conmigo, porque cada vez se suman más practicantes al grupo”, confesó Ferrera Marrero.
El Licenciado argumentó además que: “El trabajo con el Adulto Mayor es diferente al resto, porque lleva una gran carga de motivación y para eso hay que usar técnicas relacionadas con el baile, los aerobios y la flexibilidad con ayuda de implementos”.


Muchas son las experiencias positivas que atesoran las personas que deciden incorporarse a estos espacios, no sólo desde el punto de vista físico, sino en las relaciones humanas.
Ese es el caso de Carmen Rosa Leyva Lozada, quien lleva aproximadamente dos años en el círculo y confiesa sentirse beneficiada por las actividades que en este realiza: “Los ejercicios nos ayudan, pero lo mejor es el ambiente. Aquí conversamos, nos relajamos y lo más importante, nos reímos muchísimo. Tampoco pasamos por alto un cumpleaños de alguna de nuestras compañeras, porque somos como una familia y el profesor es nuestro nieto”.

El profesor Carlos siempre busca iniciativas para mantener animado al grupo / Fotos: Jorge R. Matos

En el círculo de abuelo Ramón López Peña, también podemos encontrar algo poco común, madre e hija también son compañeras en los ejercicios. Ese es el caso de Amparo Dalás (93 años) y Elsa Duvergel Dalás.
“Yo ayudé a fundar este círculo y antes era solo la madrina, o sea, la que coordinaba los paseos y otras diligencias. Pero ahora, además de mantener las mismas funciones, soy una más del grupo, junto a mi madre. Puedo asegurar que, en el círculo, ambas hemos ganado calidad de vida”, aseveró Elsa.
Pese a la importancia de la actividad física para mejorar la salud de las personas, todavía existe baja conciencia de los ancianos, especialmente los hombres, y sus familiares en cuanto a la necesidad de involucrarse en acciones de este tipo.

Los ejercicios que realiza el Adulto Mayor llevan una fuerte carga motivacional

Más de 30 años de fundados tienen los círculos de abuelos en el país. Una noble iniciativa de la cual se benefician más de 50 mil personas de la llamada Tercera Edad en la provincia indómita, con la mayor cantidad de practicantes ubicados en los municipios Santiago de Cuba, Palma Soriano y Songo-La Maya. 
Para muchos llegar a la Tercera Edad es un calvario, otros lo ven como un privilegio. Cuba es una de las naciones que más hace por este segmento poblacional. Si tiene dudas, le invito a que se den un saltico al “Ramón López Peña”. Allí solo se cargarán de energía positiva.


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