El deporte cubano pierde a su as
Fidel siempre estuvo en estrecha relación con los atletas cubanos. Foto:Getty Images |
Fidel Castro
nos dejó físicamente la noche de este viernes a los 90 años de edad. Desde que
llegó al poder en 1959 el deporte cubano, y el béisbol en especial, crecieron
de gran manera y se elevaron a niveles superlativos, convirtiéndose en una
potencia a nivel mundial.
Antes
del Triunfo de la Revolución los éxitos de los atletas antillanos se circunscribían
principalmente a la pelota y el boxeo, con algunos logros esporádicos
individuales, como los de José Raúl Capablanca en el ajedrez o Ramón Fonst en
la esgrima.
En
los últimos 50 años, Cuba ha tenido campeones olímpicos o mundiales en
voleibol, béisbol, lucha libre y grecorromana, esgrima, levantamiento de pesas,
atletismo, taekwondo, judo, tiro, boxeo y canotaje.
Pocas
naciones del planeta pueden vanagloriarse de tantos logros en disciplinas tan
diversas. Y eso se debe, en gran parte, a que el líder histórico de la
Revolución Cubana promovió la creación de un entramado de escuelas deportivas
en toda la isla, que captó a cuanto muchacho con talento había, para formarlo
hasta convertirlo en campeón.
Durante
su mandato se llevaron a cabo un total de 15 justas olímpicas y Cuba se colgó
un total de 77 medallas de oro, 65 de plata y 71 de bronce.
En
el boxeo destacaron grandes púgiles como
Teófilo Stevenson, quien ganó
tres preseas áureas consecutivas. En el atletismo, su máximo exponente fue Alberto Juantorena,
quien ganó las carreras de 400 y 800 metros en las Olimpiadas
de Montreal ’76.
Se
puede decir que el camino del béisbol cubano cambió de gran manera por el gran
gusto que tenía Fidel por este deporte, pues se cuenta que en su época escolar
fue pitcher.
Una
de los pasajes más conocidos del invicto Comandante en Jefe en el mundo del
músculo es
la relación que mantuvo con el astro argentino Diego Armando Maradona, quien alguna
vez lo definió como “el más grande de la historia”.
En una de las tantas
cartas que “El Pelusa” le mandaba Fidel, las cuales hizo pública en su gran
mayoría, escribió: “Si algo he aprendido contigo a lo largo de años de sincera
y hermosa amistad, es que la lealtad no tiene precio”.
Lo cierto es que el deporte cubano creció exponencialmente de la mano de
Fidel Castro. Y si ahora es referente en distintas disciplinas, mucho tiene que
ver con lo hecho por el campeón más grande que ha tenido la Mayor de las
Antillas. Ese que se apagó en la noche de este viernes, pero que desde hace
mucho nos dejó un legado imposible de igualar.
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