Individualidades (II)

Ulfrido García se ha ratificado como la primera figura del staff santiaguero. Foto:Jorge Luis Guibert

Ya que las inclemencias del huracán Irma le pondrán una pausa al calendario de las Avispas por unos días, aprovechemos para cumplir con las deudas.

Anteriormente, les daba un breve resumen de la ofensiva de los pupilos del manager Orestes Kindelán de manera individual y hoy toca el turno de los lanzadores. Así que pongamos manos a la obra.

Empecemos por los abridores, que son los brazos encargados de cubrir la mayor ruta del juego y dejar el choque lo más encaminado posible hacia el éxito.

A todas luces Ulfrido García se ha ratificado como la principal carta de triunfo de los indómitos en esta primera mitad de la 57 Serie Nacional de Béisbol. El zurdo es el máximo ganador del elenco indómito con cuatro sonrisas, empatado con otros dos serpentineros como los segundos de todo el torneo, únicamente superados por el pinareño Yosvany Torres, dueño de cinco.

Ulfrido es, además, el que más innings ha lanzado (43,1) dentro del staff de las Avispas y el que más ha ponchado (29, tercero de la lid). Los rivales le promedian ofensivamente para .256, muestra efectividad de 3,53 y ha completado tres desafíos, colíder de la Serie.

Después del zurdo, el que mejores guarismos tiene es Yosmel Garcés (1,47 de promedio de carreras limpias y los contrarios le conectan para .224), pero solo ha actuado en 18,1 innings.

Lo más alarmante es que los iniciadores “rojinegros” solo han aportado cinco (las cuatro de Ulfrido y una de Garcés) de las 13 sonrisas de “Santiago”. Aparte de ellos, ningún otro ha podido apuntarse el éxito; sin embargo, han caído en siete oportunidades. O sea, los cinco hombres a quienes Kindelán les ha dado la misión de iniciar un juego saben –al menos en una oportunidad- lo que es salir por la puerta estrecha.

No por gusto en la subserie ante Guantánamo vimos al novato Digney Arévalo ocupar el puesto de Carlos Font en la rotación, ya que este último ha estado muy por debajo de lo esperado, así que no sorprendería que pase al bullpen.

Lo antes mencionado nos demuestra que los relevistas han sido vitales en las aspiraciones de la novena montañesa.

La llamada segunda línea ha aportado ocho victorias y solo dos derrotas, y eso ha dado al traste a que solo tengan cuatro juegos salvados. De conjunto muestran un promedio de carreras limpias de 2,63; pero sería muy superficial fijarnos solo en estos números para dar una valoración final de los “apagafuegos”.

A los relevos hay que exigirles mucha más efectividad en la entrada en que entran a trabajar, que en otro momento del choque. Ese ha sido el caso de Florencio Maletá, que ha trabajado en siete desafíos, con un éxito sin derrotas y lo mejor de todo es que, en los momentos en que le han dado la bola, ha enfrentado a 22 bateadores y solo tres le han conectado hit, ha ponchado a cuatro y le han pisado la goma en tres oportunidades.

Sin embargo, el hombre de confianza en el bullpen para Kindelán ha sido Danny Betancourt. El experimentado lanzador ha pasado este año a desempeñar este nuevo rol en su carrera y lo cierto es que ha alternado algunas buenas salidas con otras no tantas.

Danny es el cuarto de todos los pitchers santiagueros que más entradas ha lanzado (16,1). Además, es el segundo del elenco en victorias (3), el líder en salvados (2) y su promedio es muy bueno (2,20).

Pero como les dije, el campeón olímpico de Atenas 2004 ha mostrado dos caras. Una es esa que les acabo de resumir, la otra es que ha sido el tercero que más carreras ha permitido (14, aunque solo cuatro son limpias), tiene casi la misma cantidad de ponches que bases por bolas (8 y 7, respectivamente) y los contrarios le batean para altísimo .301. Toda una incógnita.

También nos han dejado alguna que otra buena actuación el reaparecido Alaín Delá, Yoendris Montero y el novato José Carlos Barbosa. Del resto, han trabajado muy poco para tener un medidor real. 

Así y todo, ha sido el pitcheo lo mejor de Santiago de Cuba en esta primera mitad del campeonato. ¿Lo mejor? Lógicamente, Ulfrido García, no creo que haya muchas dudas. Nos vemos en el “Guillermón”.