Sprint final
¿No me digan que,
luego de disfrutar el éxito del equipo Cuba en los Juegos Centroamericanos y del
Caribe Veracruz 2014, se habían olvidado de la 54 Serie Nacional? Dudo que así
sea, pero en todo caso, yo estoy para recordársela.
Ante de adentrarnos
en el torneo doméstico, se impone dedicarle unas líneas a la medalla de oro del
“team” de las cuatro letras en tierras aztecas. Aunque la cita veracruzana no
fue medidor ni nada que se le parezca para los nuestros, la pelota cubana
transita por momentos donde un título, sin importar en qué evento, cae más que
bien.
Es difícil sacar
conclusiones de una lid donde los rivales estaban muy por debajo de los
cubanos. Mejor quedarnos con la sensación de que el equipo siempre salió a “dar
la cara”, que los “internacionales” (los que juegan en ligas extranjeras)
dieron muestras de haber aprovechado la experiencia y que en el grupo hay
muchachos jóvenes con mucho talento para aspirar a éxitos mayores.
Sin embargo, todo
no es “color rosa”. El reto de la Comisión Nacional es buscarles opciones para
que se superen, ya sea mediante topes internacionales o insertándolos en ligas
foráneas. Pues no se trata solamente de apostar por su despunte como atletas,
sino de buscar una forma de evitar que cojan “otros caminos” y volvamos a las
mismas.
Ahora cambiemos el
casete y pongamos el de la Serie Nacional. Les hago un “preview”, como en los
buenos shows de televisión.
Las Avispas
santiagueras se fueron al descanso obligatorio en la novena plaza con balance
negativo de 16 victorias y 17 derrotas, igualadas con los Indios del Guaso
(octavos), pero con la desventaja de haber perdido el cotejo particular ante
estos.
Ambos conjuntos
anclan a seis juegos de diferencia de Matanzas, el puntero de la clasificación
y rival de turno de los indómitos desde este viernes. A esa misma distancia se
encuentra el campeón vigente Pinar del Río, ocupante del décimo puesto por
menor average que santiagueros y guantanameros, pues juegan para 14 y 15, con
cuatro desafíos pendientes.
Las opciones de
clasificar para los dirigidos por Luis Danilo Larduet son muchas, así que
resulta imposible mencionarlas todas. Imagínense, hasta Cienfuegos en el puesto
14 tiene posibilidades de colarse entre los ocho primeros (los que avanzan a la
segunda fase). Incluso Camagüey en el penúltimo escalón conserva algún que otro
chance, al menos matemática.
Pero el béisbol no
cree en esas cuentas. La verdad es que de la misma forma que los cuatro de
arriba (Matanzas, Granma, Artemisa y Ciego de Ávila) no deben afrontar
complicaciones para seguir adelante, va ser difícil que Industriales, Isla de
la Juventud y Villa Clara no estén presentes en la elección de los refuerzos
para la próxima etapa.
Así que, por ahora,
la atención se centra en el octavo y último pasaje, ese que ahora es de
Guantánamo, pero luego de los juegos de este fin de semana puede ser de
Santiago, de Pinar, de Las Tunas o de Holguín, porque así está la Serie 54, de
locos.
Desde mi punto de
vista, las Avispas deben tratar por todos los medios de evitar la barrida ante
los Cocodrilos yumurinos, aunque lo ideal sería ganarle la subserie; sin
embargo, en los próximos pareos, ante Isla de la Juventud y Las Tunas, todos en
el “Guillermón Moncada”, es donde deben certificarse las verdaderas opciones de
los “rojinegros”.
Claro, no podemos
pasar por alto que este “parón” bien puede cambiarle la dinámica a más de un
elenco, ya sea para bien o para mal. Pero eso solo lo puede demostrar el
terreno.
En fin…deben ser
dos semanas agitadas en nuestro principal pasatiempo nacional y a estas alturas
cualquier cosa puede pasar. Yo doy el paso al frente, ya que siempre me ha
gustado tirarme a la piscina de los pronósticos, así que ahí les va: Santiago
va a clasificar. ¿Y ustedes qué me dicen?
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