Los chavales piden protagonismo
Al margen de lo que
acontece la segunda etapa de la 54 Serie Nacional de Béisbol, los peloteros que
en un futuro animarán nuestros clásicos nacionales disputan los campeonatos
nacionales en las categorías sub-15 y sub-18 años, respectivamente.
Estos certámenes se
juegan dividido en cuatro grupos eliminatorios, y a la fase final avanzan los
ganadores de las llaves más los dos mejores elencos en ganados y perdidos,
quienes disputan la corona en una hexagonal final de todos contra todos a dos
vueltas.
Luego de celebradas
las primeras cuatro subseries, de las 12 que comprende esta etapa, las novenas
santiagueras dominan sus respectivas agrupaciones, las cuales comparten con los
representativos de Granma, Holguín y Guantánamo.
En la lid para
menores de 15 años los nuestros muestran balance de siete victorias y cuatro
derrotas, con un partido aplazado. A un juego de diferencia marcha Holguín
(6-5/uno pendiente) en la segunda plaza. Granma (6-6) y Guantánamo (4-8), en
ese orden, cierran el apartado.
Los santiagueros no
han brillado tanto con el madero en mano, pues anclan en la novena plaza, entre
los 16 equipos participantes, con average colectivo de 263, sin jonrones y con
un slugging de apenas 301, según reflejan las estadísticas del sitio oficial de
la Federación Cubana de Béisbol.
El pitcheo (lugar
12) tampoco ha sido un baluarte. Sus lanzadores lo hacen para una efectividad
de 4,52, muy por encima de la media que es de 4,13. Además han propinado 59
ponches, con 53 pasaportes gratis para la inicial.
La defensa (952) no
es que sea un seguro, pero este aspecto es un mal generalizado en el torneo. Basta
con ver la media, la cual es de un anémico 938. Algo que habla a las claras de
las deficiencias de nuestra pelota desde las categorías menores.
Imagino que usted
se preguntará cómo es posible que las Avispitas dominen el grupo D si no sobresalen
en ninguno de los principales renglones del juego.
Bueno, es que sus
rivales tampoco son de los más exigentes, y eso, en ocasiones, es lo que
termina pasándoles factura a los equipos santiagueros de estas categorías.
Dominan la etapa eliminatoria con solvencia, pero en la final, ante elencos más
potentes, sufren las decepciones y terminan fuera del podio cuando todos lo dan
entre los favoritos. Esperemos que este año sea diferente, pues para nadie es
un secreto que muchas de las esperanzas de relanzar el béisbol indómito a
planos estelares pasan por el desarrollo de estos chavales.
Por otra parte, los
juveniles “rojinegros” llevan el mejor paso de su campeonato, con 11 sonrisas y
un solo descalabro, con lo cual dominan a placer con seis juegos de ventaja
sobre Granma (5-7) y Holguín (5-7). Guantánamo (3-9) cierra alejado a ocho.
Los menores de 18
“abriles” son los que más batean en el certamen, con 288 de average colectivo,
con cuatro cuadrangulares y 61 carreras producidas. Los lanzadores lo hacen para
un extraordinario 1,24 de efectividad y la defensa para un aceptable 964.
Como ven, no es
difícil darnos cuenta de por qué son tan dominantes en su apartado. Lo único
que les falta a los dirigidos por Alcides Sánchez es materializar ese dominio
en una medalla. Así lo esperamos todos.
Este fin de semana
los elencos santiagueros enfrentan a sus similares de Guantánamo, en ambas
categorías. En el caso de los sub-18 actúan como locales, mientras que los
cadetes rivalizan en la tierra del Guaso.
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