Conversando con los astros (+fotos)

Los mejores atletas de Santiago de Cuba en el 2016 fueron premiados. Fotos:Jorge R. Matos

En una verdadera lluvia de estrellas se convirtió la gala de homenaje a los atletas, deportes y entrenadores más destacados de Santiago de Cuba en el recién finalizado 2016.

Imposible nos resultó llegar a todas las luminarias que se dieron cita en el Salón de los Vitrales de la Plaza de la Revolución Mayor General Antonio Maceo Grajales, de la Ciudad Héroe; pero en un ejercicio de periodismo exprés, y con la colaboración de la colega Rosa María Panadero Vega, logramos compartir al menos unos instantes con algunos de los campeones emergidos de esta tierra de grandes atletas.

El primero que acudió a nuestro llamado fue el monarca olímpico de Río 2016 en los 59 kilogramos de la lucha grecorromana, Ismael Borrero.

Ismael Borrero Molina

-¿En qué pensaste cuándo ganaste el oro en los Juegos Olímpicos?

-Al terminar el combate final me pasaron muchas cosas por la mente, es como ver pasar tu vida en unos segundos por delante de ti. Rápidamente pensé en mi familia, en especial mi madre, y también comencé a procesar que le había dado a mi país la primera presea dorada. Sabía que la necesitábamos para empezar a avanzar en el medallero. Son muchas emociones al mismo tiempo, porque es el resultado de un ciclo completo de entrenamientos y competiciones. Sin duda, es el mejor recuerdo en mi joven carrera deportiva. Trabajo y me esfuerzo para sumar otros así.

Por ahí cerca nos pasó el taekwondista Rafael Alba. ¿Cómo obviarlo con su espigada estatura? También nos dedicó un minuto.

Rafael Alba Castillo

-Todos esperábamos más de ti en Río 2016. ¿Crees que el resultado negativo te afecte para el nuevo ciclo olímpico?

-No lo creo. Yo fui el primer decepcionado, porque quería estar en el podio de las Olimpiadas. Esa espina la tendré clavada siempre. Pero a la vez me empuja a mejorar, y a pelear por mantenerme entre las primeras figuras del país y tener mi revancha en Tokio 2020. No es fácil, porque en mi división está mi coterráneo Robelis Despaigne, que es muy buen atleta y tiene toda la calidad para brillar en cualquier competencia. La rivalidad que tenemos en los +80 kilogramos es netamente deportiva y nos ayuda a ambos a superarnos cada día. 

Dos de los mejores atletas juveniles Cuba, los saltadores Maykel Demetrio Massó (longitud) y Luis Enrique Zayas (altura) también nos atendieron.

Maykel Demetrio Massó

-¿Los veremos en el podio de Tokio 2020?

-Maykel: Seguro que sí. Sé que puedo llegar allí si me mantengo en la línea de lo hecho hasta ahora. Mis entrenadores me dicen a diario que con dedicación y trabajo puedo llegar a ser como mi ídolo Iván Pedroso. Espero que este ciclo que recién comienza sea bueno para mí.

Luis Enrique Zayas. Foto:Alejandro Cebreco

-Luis: Sé que puede parecer una locura, pero aspiro algún día a probar quebrar el récord del gran Javier Sotomayor (2,45 metros). Son palabras mayores y obviamente no es mi prioridad. Sé que primero debo mejorar mucho en mi técnica y estabilizar mis registros. Nada que con el esfuerzo diario no se consiga. Soy joven y tengo las fuerzas para luchar por mis metas.

La sala se comenzaba a vaciar, pero allí estaba la mejor atleta discapacitada del año, la que rompe récords como si fuera tomar un vaso de agua: Omara Durand. Por supuesto que fuimos a su encuentro.

Otros colegas la estaban entrevistando y nosotros metimos la cuchareta.

-¿Omara cómo logras ser recordista mundial en la pista y en la maternidad?

Omara Durand Elías

-(Las risas no se hicieron esperar) Inevitablemente, necesitas la ayuda de todos los implicados en ambos procesos. Por fortuna mi mamá, mi esposo y mi hermano son pilares para mí en el hogar, y dedican gran parte de su tiempo a ayudarme a ser un buen ejemplo para mi bebé y a la vez ser una atleta con resultados. También tengo que agradecer a mi entrenadora Miriam Ferrer, que es como mi segunda madre. Sin ella tampoco sería posible. Y si te soy sincera, mi niña me ha ayudado a ser más rápida; porque cuando corro siempre la tengo en mi mente. Es en lo que me enfoco en cada competencia.

Desafortunadamente no hubo tiempo para hablar con otros. Pero habrá revancha. Seguro que veremos a muchos de ellos en otras galas de premiaciones.