“Yo siempre voy al ataque”
A César Manuel Tamames Soria lo conocí hace tres años, cuando ganó la novena edición del
torneo Descubriendo a Capablanca, que se desarrolló en La Habana. Hoy, ya puedo
decir que es una de las mayores promesas del ajedrez, no solo de Santiago de
Cuba, sino de todo el país.
“En mi casa se juega
mucho, porque mi papá es muy aficionado del llamado deporte ciencia. El forma
parte de una peña ajedrecística y yo siempre observaba sus partidas. Así fue como
comencé a interesarme por esta disciplina deportiva”. De esta forma inició
nuestra charla el pequeño de 11 años, quien se desempaña en las 64 casillas
desde los seis.
Recientemente, el
joven talento fue el único santiaguero que formó parte de la delegación cubana
al Festival Centroamericano y del Caribe de Ajedrez para atletas desde las
categorías sub-8 hasta la sub-18, acogido por Honduras. Allí, César finalizó en
la segunda posición con siete puntos de nueve posibles y ayudó a que la representación
caribeña alcanzara el subtítulo por naciones.
-¿Sentiste nervios en tu primer torneo internacional?
-Siempre estoy algo
ansioso cuando compito, pero a medida que avanza el certamen y me percato que
mi nivel no está por debajo de los rivales, me acomodo mejor. En este torneo en
específico me pasó algo novedoso, pues la mayoría de los contrarios jugaban
mucho a la defensiva, por lo tanto, me costó un poco más desarrollar mi juego,
porque me considero un ajedrecista de ataque. Me gusta siempre llevar la
iniciativa.
-¿Entonces puedo deducir que prefieres las piezas blancas?
-Sí, son las que más
me gustan. Pero antes no era así. En mis inicios me obsesioné un poco con una
apertura específica que era mejor con las negras, así que me costaba más con
las claras. Sin embargo, comencé a variar mi estilo y ahora prefiero mover
primero.
-¿Tienes algún Gran Maestro al que sigas o que te sirva de
referencia?
-A ver… a mí me gusta
como juega el noruego Magnus Carlsen, pero me atrae mucho como se desempeña el
ruso Sergey Karjaki y también estudio las partidas del indio Viswanathan Anand.
-Me has mencionado trebejistas que ganan más de lo que
empatan. ¿Es que no te gusta dividir el punto?
-Por supuesto que no.
Es más, casi siempre que hago tablas me deprimo mucho. A veces me siento como
si hubiese perdido. Yo siempre arriesgo para ganar, aunque vea complicada la
partida. Claro, hay veces que no hay otra solución que empatar, pero esa nunca
es mi primera opción.
-¿Te imaginaste que representarías a Cuba en un torneo
foráneo?
-Cuando eres atleta
siempre aspiras a competir en el nivel más alto, pero no imaginé que lo hiciera
tan joven. Gracias a Dios y a todas las personas que me apoyan he tenido la
posibilidad de ganar varias medallas, y eso me dio la posibilidad de asistir al
Festival Centrocaribeño, y aunque quedé muy cerca de ser primero (no lo logró
por la regla de desempate), creo que el subcampeonato es un buen resultado para
mí y para mi país.
-Imagino que tienes mucha gente que te ayuda en tu
desarrollo como ajedrecista y estudiante al mismo tiempo.
-Muchísimas. Los
primeros son mis padres, Julio César y Neysi, quienes junto a mis abuelos y
tíos me brindan un apoyo incondicional. Ellos han disfrutado por todo lo alto
que yo haya obtenido el título de Candidato a Maestro, porque se esfuerzan
mucho para que pueda cumplir mis sueños.
Pero tampoco debo
dejar de mencionar a todos los profesores que he tenido desde mi primer día en
este deporte: Cumbá, Yainoris y mi preparador de los últimos tres años, Fidel
Álvarez. Todos han puesto su granito en mi formación.
-Difícilmente haya otros niños en tu escuela Miguel Ángel Cano o en el barrio
con los que puedas jugar ajedrez a tu nivel. ¿Te molesta eso?
-La verdad es que la
gran mayoría no sabe ni mover las piezas, por eso muchos se acercan a mí para
que les enseñe. Yo juego contra cualquiera, sea bueno o no, porque cuando
comencé a aprender, nadie se negó a jugar conmigo.
-¿Te alcanza el tiempo para estudiar el ajedrez y cumplir
con la escolaridad?
-Mis profesoras me
ayudan mucho y me orientan. A veces pierdo algunas clases por las competencias,
pero ellas me ayudan a ponerme al día rápidamente. Creo que hasta ahora lo
estoy llevando lo mejor posible. El curso pasado lo terminé con 99,5 puntos de
acumulado general.
-¿Y cuál sería tu meta?
-Llegar a ser Gran Maestro, con un Elo que me
permita estar entre los 10 mejores del mundo. Lo otro lo gestionaremos sobre la
marcha.
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