Nos supo a poco
Los santiagueros no pudieron alcanzar la segunda fase del torneo Fotos: Jorge Luis Guibert |
No les voy a mentir.
Que las Avispas quedaran eliminadas, en el play-off
de comodín que disputaron ante los Gallos de Sancti Spíritus, cayó como una
plancha de hielo en gran parte de la afición santiaguera, que soñó hasta el
último out con ver a los suyos en la segunda fase de la 58 Serie Nacional de Béisbol.
Y precisamente, por
rescatar esa ilusión y volver a encender la mecha en las gradas del “Guillermón Moncada”, antes de hacer cualquier análisis lo que se impone es felicitar al
profesor Eriberto Rosales y a sus muchachos, que se batieron por darles un
alegrón a sus parciales (mejoraron del lugar 10 al siete, con respecto al año pasado), pero que en definitiva quedaron en el camino producto a sus propios
fallos.
En este mismo blog les comenté que el duelo entre espirituanos y santiagueros
sería parejo, disputado hasta las últimas instancias, y así fue. También les
dije que mi mayor preocupación era la defensa de los montañeses (la peor de los
16 elencos que participaron en la justa); ya que, en estos tipos de
enfrentamientos decisivos, una pifia puede ser la diferencia entre la victoria
y la derrota.
Si les soy honestos,
la percepción que me quedó luego de finalizado el play-off es que la novena indómita perdió los dos desafíos por
errores defensivos (cinco en par de encuentros), más allá del batazo que no
llegó en el momento oportuno o de cualquier decisión polémica. Los Gallos
pisaron la goma en 11 ocasiones durante los dos juegos y casi la mitad fueron
sucias (5).
En otras palabras,
“Santiago” no solo tuvo que batirse contra un efectivo pitcheo espirituano,
sino que también les facilitó a sus contrarios la llegada al home. Y en un deporte donde gana el que
más carreras hace…
En resumen, señores,
no le busquemos más vueltas al tema. Las Avispas no le ganaron a Sancti
Spíritus, porque simplemente los del centro del país fueron superiores e
hicieron mejor las cosas sobre el terreno.
Alberto Bisset fue el hombre grande del pitcheo indómito |
Ahora bien, ampliemos
un poco más el análisis y repasemos algo de lo bueno y malo que nos dejaron los
“rojinegros” en esta temporada 58 del principal pasatiempo de las cubanas y los
cubanos.
De lo más destacado
hay que mencionar a Alberto Bisset, todo un caballo de batalla, con sus nueve
éxitos, tres lechadas (líder en ambos departamentos) y de los mejores del
torneo en promedio de carreras limpias (1,64). Asimismo, el debut del talentoso
Norge Carlos Vera dio de qué hablar. El muchacho pinta para grande, y dejó la
impresión de que tiene todos los ingredientes para honrar el apellido y el
número que lleva en la espalda de su chamarreta.
El bateo tuvo sus altas y sus bajas, pero a un elenco que promedió .290 colectivamente, estuvo
entre los primeros en jonrones (35) y fue el que más carreras produjo (280), no
se le puede decir que haya estado mal ofensivamente. Claro, desde el punto de
vista individual, sí tuvo algunos hombres de los que se esperaba más.
¿Qué no me gustó?
Primero que todo la defensa, de la cual hemos hablado muchísimo, así que no
gastaré más espacio para comentarles de esta. El pitcheo no estuvo en su mejor
año. Imposible aspirar a estar entre los seis primeros cuando solo se puede
confiar en cuatro o cinco figuras de un staff
en el que vieron acción 16 lanzadores.
La defensa tendrá que mejorar mucho para el próximo año |
Hay que decir que el
equipo volvió a verse algo cansado en la recta final del calendario. Tal y como
ocurrió en la temporada pasada, jugar la Serie sub-23 y de ahí enrolarse en la
de mayores, les pasa factura a los peloteros. Habrá que pensar en algo para
repartir los esfuerzos en futuras campañas.
Yo me quedo con las
palabras de Eriberto, minutos después de quedar eliminados: “Sabemos cuáles son
las deficiencias y a partir de ahí comenzaremos a trabajar para el próximo año.
Me voy con la sensación de que pudimos llegar más lejos”. ¿Saben qué? Yo pienso
igual que él. Ya nos veremos nuevamente en el “Guillermón”, en la
59 Serie.
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