¡Cómo cambian los tiempos!
El bateo ha sido la principal arma de Industriales en la actual temporada |
Hacía unos cuantos
años que no se observaba un domino tan claro en los pareos Santiago de Cuba-Industriales.
Ya no es casualidad de una temporada. Tres barridas de manera consecutiva son,
simplemente, la diferencia real que existe ahora mismo entre ambos elencos.
Ya advertíamos que
en la visita de los Leones al estadio Guillermón Moncada el favoritismo –aunque
duela decirlo- estaba “teñido” de azul. Pues los muchachos del estratega
debutante Javier Méndez están en una forma espléndida con el madero en mano. Y
por el momento, les alcanza para disputarles la cima del torneo a los actuales
campeones de Ciego de Ávila, y disfrazar las carencias de su joven e inexperto
cuerpo de serpentineros.
Para nada pienso
lanzar proclamas de derrotismo. Aún le restan dos tercios (30 juegos) al
calendario regular y nunca dejaré de pensar que la tropa del profesor Alcides
Sánchez tiene el material suficiente para alcanzar la tan anhelada clasificación.
Sin embargo, los
indómitos tendrán que mejorar varios aspectos en el terreno. A los viejos males
de batear poco a la “hora buena”, se han unido varias pifias a la defensa y
errores en la mecánica de juego que han tenido incidencia en las nueve derrotas
que ya acumula la novena “rojinegra”.
Lo de la ofensiva
no es novedad. A pesar de batear para 301 de average colectivo con corredores
en bases, Santiago de Cuba es el segundo equipo que más hombres deja en las
almohadillas (135), únicamente superado por Industriales (136). La diferencia
es que los de la capital son los únicos de la lid que han pisado el home en más
de 100 ocasiones, 112 para ser exactos, y los santiagueros solo han llegado quietos
a la goma en 67 ocasiones.
El bateo de
largometraje no ha sido tampoco una gran referencia (siete jonrones), para ser
justos, hace rato que no lo es. Pero lo que más llama la atención es el pobre
desempeño de los corredores montañeses. ¡Solo una base robada en dos intentos! Por
mucho el peor de la Serie.
Llama la atención las
deficiencias defensivas en este primer tercio. Algo que no ha sido una de las
tendencias del equipo en las últimas campañas, y como es lógico, ha costado
caro en varios partidos.
Las Avispas fildean
para 972 (17 errores en 602 lances). Justo en la media del certamen. Sin embargo,
en varias ocasiones se han cometido fallas en la mecánica de juego, que no
pueden tener otra justificación que la falta de concentración.
El pitcheo tampoco
anda de plácemes. El 3.83 de efectividad que muestra el staff no es tan
alarmante, pero sí lo son las 63 bases por bolas otorgadas ante los 57 ponches
propinados. Además solo han logrado un solitario punto por juego salvado. En
tanto, los rivales le batean para 267.
En el orden
individual el mayor peso ofensivo lo han llevado los experimentados Edilse
Silva (333, cuatro dobles y nueve impulsadas), Reutilio Hurtado (291, tres
dobles, dos vuelacercas y 11 fletadas) y Pedro Poll (345, cinco dobletes, un
cuadrangular y seis remolcadas).
Tendrá que buscar
la forma el alto mando de las Avispas de revertir esta situación que amenaza
seriamente con echar por tierra el objetivo de alcanzar la segunda fase de la
55 Serie. Muchas cosas tienen que cambiar en un conjunto que muestra balance de
seis victorias y nueve reveses, lo cual los ubica en el puesto 13 de la
clasificación.
De lo contrario, habrá que conformarse con ver a
los peloteros santiagueros reforzar las novenas que clasifiquen y las luces del
“Guillermón” quedarán una vez más apagadas en la etapa definitoria.
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