Oro parecía, plata fue
En el torneo participaron los mejores exponentes del boxeo cubano Foto: Roberto Morejón |
Realmente, pensé que
estas líneas hablarían del primero triunfo de Santiago de Cuba en las Series
Nacionales de Boxeo. Y no era tan utópico pensar en ese final después de ganarles a los rivales más fuertes y encarar una recta final que, a priori, se
antojaba de puro trámite para los púgiles indómitos.
Pero todo se torció
en cuestión de minutos. El título que hace más de una década añora la escuela
boxística santiaguera se fue al traste sin tener –si quiera- la posibilidad de
discutirlo sobre el cuadrilátero.
Fue en la báscula
donde dos de los fajadores montañeses perdieron sus combates y de esta forma
trastocaron los planes ante Holguín, que de paso liquidó cualquier posibilidad
de que los surorientales escalaran a lo más alto del podio de premiaciones de
un certamen donde se dio cita lo que más vale y brilla en el boxeo cubano.
Pero echemos el
casete hacia atrás. El torneo comenzó de ensueño para “Santiago” que,
robustecido por sus cinco refuerzos guantanameros, venció 51 puntos a 29 a los
archifavoritos camagüeyanos (a la postre campeones) y de esta forma tomaron
desquite de la derrota sufrida el pasado año a manos de los agramontinos.
Una fecha después,
los de la “tierra caliente” –medallistas de bronce de la pasada edición- no
creyeron en los monarcas del 2017, La Habana, y volvieron a salir por la
“puerta ancha”, esta vez 54-26. Con estas dos victorias los indómitos mandaban
en la tabla, y se reafirmaron en la cima cuando se llevaron “el gato al agua”
ante los tricampeones pinareños, 45-33, en un disputado match.
En ese momento muchos
comenzaron a anunciar la coronación de los boxeadores “rojinegros”, pero llegó
el infortunio antes mencionado. Y me pregunto. ¿Cómo es posible que al cuarto
día de competencia par de atletas no estén en su peso establecido? ¿Será falta
de control o de profesionalismo de estos deportistas que son de la Primera
Categoría y de centros nacionales de alto rendimiento?
Opiniones puede haber
varias, pero lo cierto es que esta imperdonable falla privó a los santiagueros
de celebrar un campeonato. Además, cómo se le explica al resto del equipo que
tanto trabajo y entrenamiento se fue a la basura, porque dos de sus integrantes
ni siquiera llegaron a escalar al ring. Habrá que sacar experiencias para
campañas futuras y respetar un poco más este certamen, que es de los principales
en el calendario competitivo del país.
En definitiva, los
montañeses cayeron ante los holguineros, 45-31. Y por fortuna el resultado
final se pudo maquillar con el subcampeonato, gracias a la paliza que se le dio
a Villa Clara, 57-17, en el cartel del adiós.
A pesar de los
pesares, el resultado fue bueno para Santiago de Cuba, que acumuló 238
unidades, únicamente superado por el campeón Camagüey (254), y con esta presea
de plata mejoró en un escalón su ubicación del 2017, La Habana completó el
podio con 205 rayitas.
Para los lugares del cuatro al seis quedaron
Holguín (185), Pinar del Río (176) y Villa Clara (112), en este orden.
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