Con la escoba en la mano

Bisset ha vuelto a ser uno de los puntales en el pitcheo de las Avispas                 Foto: Jorge Luis Guibert García


Al menos en esta 59 Serie Nacional de Béisbol, hay algo que ha caracterizado al equipo de Santiago de Cuba: cuando las Avispas ganan un tope particular, lo hacen por barrida. Así ha sido en los cuatro enfrentamientos en los que han salido airosas y los últimos en quedar llenos de aguijonazos fueron los Piratas de la Isla de la Juventud.

Al “Cristóbal Labra” llegó la tropa indómita con similar balance de ganados y perdidos que su rivalde turno; sin embargo, salieron de la isla más joven del país con 15-9 y como dueña absoluta de la cuarta posición en la tabla general.
Para conquistar el feudo de los Piratas, la nave santiaguera se apoyó –fundamentalmente- en su pitcheo (marcadores favorables de 5x3, 6x3 y 5x1), que es el de mejor promedio de carreras limpias del torneo, con 3,71 por cada nueve entradas.
El aporte de los lanzadores “rojinegros” está siendo vital en el paso victorioso de los montañeses, pues además del dato antes mencionado son de los mejores de la lid en WHIP (1,43), cantidad de ponches (118), bases por bolas otorgadas (76) y lechadas (5). Asimismo, al staff de las Avispas los rivales le promedian para .271, un average bastante bajo, si tenemos en cuenta que en las Series Nacionales cubanas la ofensiva está por encima del pitcheo.
Cumplido este trámite, ahora los indómitos se las verán con uno de los “cuatro grandes” de la pelota en la mayor de las Antillas, los Vegueros de Pinar del Río (séptimos con 13-11), en el estadio Capitán San Luis del extremo más occidental del país.
Allá los bateadores santiagueros (que lo hacen para .319 colectivamente) tendrán que enfrentar a varios de los mejores serpentineros de Cuba, como Frank Luis Medina, Yaifredo Domínguez, Yoandy Cruz, Erlis Casanova y compañía.
Lo importante ahora es mantenerse entre los cuatro de arriba, pues así garantizaríamos plaza directa a la segunda parte del torneo. No olviden que del cinco al ocho hay que disputar un play-off de repechaje corto, muy corto (al mejor en tres duelos), donde un fallo puede resultar mortal y echar por tierra lo hecho en los primeros 45 partidos.
A este segmento inicial de la 59 Serie solo le queda se segunda mitad y ya hay cosas que han quedado claras. A Mayabeque y Guantánamo solo les queda estorbar. Holguín está muy por debajo de su verdadero potencial. Villa Clara y Artemisa no son los mismos del pasado año. Lo de Sancti Spíritus no fue cosa de una temporada, y desde ahora Cienfuegos y Camagüey son candidatos al equipo revelación. 
Entre todo eso andan las Avispas, por ahora, volando hacia puerto seguro. Todavía queda travesía y emociones por vivir. Nos vemos en el “Guillermón”.

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