Avispas en peligro de extinción
Ante los guantanameros comenzó la debacle de las Avispas. Foto:Jorge Luis Guibert |
No es nada que nos
tome por sorpresa, porque sabíamos que, dada la extensa renovación que
sufrieron las Avispas para este 57 Serie Nacional de Béisbol, lo más lógico era
quedar fuera de la segunda etapa.
Con cinco subseries
perdidas al hilo, incluida una por la vía de la barrida, no podía terminar de otra forma para los santiagueros.
Pero hay algo que no
se me quita de la mente y es lo que me gustaría compartir con ustedes. Hagamos
un ejercicio de cálculo rápido y sencillo. La nave santiaguera tiene ahora mismo balance de
20 victorias y 22 derrotas.
Ahora bien,
pongámosle tres victorias más y tres derrotas menos. Eso dejaría a la tropa de Orestes Kindelán con 23-19, y saben qué, serían
sextos de la tabla general, igualados con el actual campeón Granma,
precisamente, el rival que enfrentan actualmente en el “Guillermón Moncada”.
Les explico en qué me
baso para darles ese soñador cálculo. Comencemos por la subserie ante
Guantánamo (penúltimo del torneo con 13-29), que en aquellas instancias se
apareció en la “tierra caliente” con solo cinco sonrisas y ningún
enfrentamiento ganado.
Así y todo, los del
“Guaso” sacaron un 2-1 favorable, cuando todos apostábamos por lo opuesto. En
ese momento no se le dio mucha importancia al descalabro. Solo ahora nos
percatamos que a los montañeses les costó un pedacito de vida.
Después del paso de
Irma, las Avispas se fueron a la gira larga y entre los territorios que
visitaron estuvo Cienfuegos. En el “5 de Septiembre”, ante lanzadores muy
conocidos en la Perla del Sur, los indómitos se dejaron otra buena posibilidad
ante el ocupante del sótano de la 57 Serie, que solo ha podido salir por la
puerta ancha en 10 de 43 presentaciones. El resultado, 2-1 para los Elefantes.
Y la puntilla llegó
en Las Tunas, ante unos los Leñadores que han sido de lo mejor en este primer
segmento del campeonato. Nadie duda que ganarles a los tuneros en su casa era
una tarea más que complicada, pero gracias a la magia de la televisión, todos
fuimos testigos de que, en al menos uno de los dos primeros juegos (perdidos ambos
3x2), hubo opciones reales de ganar. Allí se derrumbó el castillo con un
escobazo.
Como ven, si
“Santiago” hubiese sido superior a guantanameros y cienfuegueros por tan solo
2-1, como casi todos los elencos que los han enfrentado, y el tope con Las
Tunas reflejara un 1-2 en contra, la situación de la novena “rojinegra” en la
tabla fuera muy, pero muy diferente.
En fin, como me dicen
mis amigos cuando jugamos al fútbol en la Play-Station:
“Las cosas no pasaron como debieron ser, pero son como fueron”. Así mismo… vaya
usted a saber.
Lo cierto es que los
muchachos dieron muestras de cansancio, físico y mental. Además, jugadores más
experimentados y que se esperaba fueran pilares del nuevo proyecto de Kindelán,
no estuvieron a la altura de sus verdaderas posibilidades en una Serie donde,
por favor señores, se batea como si fuera tomarse un vaso de agua.
Pero de eso hablaremos más adelante. No nos
adelantemos. Es cierto que las Avispas están en peligro de extinción, pero aún
las matemáticas las mantienen con vida. Solo eso, porque si les soy sincero, a
estas alturas no creo que haya mucho por hacer ya.
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