Nadie dijo que sería fácil

Yoelkis Guibert es el líder del equipo en jonrones y carreras impulsadas / Foto: Miguel Rubiera (ACN)

 

No les voy a negar que me sorprendió que fueran los Piratas de la Isla de la Juventud los primeros en ganarles un tope particular a las Avispas en el “Guillermón Moncada”, en la 61 Serie Nacional de Béisbol.

Y no es que los isleños sean un manjar ni mucho menos, pero para un elenco que llegó a este duelo con más derrotas que victorias en el balance general y con números discretos como visitante, no parecían ser tantas las opciones de salir por la puerta ancha en el Coloso de la Avenida de las Américas.

Sin embargo, lo ocurrido nos demuestra una realidad: En esta Serie las diferencias entre los elencos es muy reducida y cualquiera pueda dar la campanada.

Ejemplos hay de sobra. Un equipo Villa Clara que dista de ser de los mejores trabucos que ha presentado esta provincia se apareció con una racha que clasifica entre las mejores de su historia (con más de 10 sonrisas consecutivas). El Matanzas que todos pensábamos invencible lleva seis derrotas al hilo y ya anda por el lugar seis. Mayabeque, que ya anunció en la temporada pasada, es líder. Holguín parecía que estaba para más. Y favoritos como Granma y Las Tunas andan por la mitad de la tabla.

En medio de todo esto y con las deficiencias que sabemos, las Avispas santiagueras siguen encaramadas en el top-4, con saldo positivo de 19-14, cuando solo resta una semana para llegar a la mitad del calendario regular.

La nave indómita ha mejorado el bateo, pero el pitcheo comienza a dar muestras de cansancio y la defensa sigue en las mismas o peor.

Los números de la ofensiva muestran que los maderos están más calientes que al inicio de temporada. El average colectivo mejoró hasta los .282 (308 hits en 1 093 veces al bate). Además, los “rojinegros” son los segundos que más carreras han producido en la lid (205), sus 28 cuadrangulares los ubican como terceros en este departamento y en bases robadas son, por mucho, líderes con 31.

Curioso este dato: Entre los tres primeros en jonrones y los mejores a la hora de estafar bases. Definitivamente, el equipo tiene diferentes recursos para fabricar anotaciones.

Lo malo es que, lo que mejor le había funcionado al conjunto en los primeros compases del certamen, el pitcheo, ya no se ve muy fino que digamos.

El promedio de efectividad se ha deprimido hasta las 4,70 carreras limpias por cada nueve entradas (octavos) y lo peor, los contrarios les batean para .303 de average ofensivo. El profesor Eriberto Rosales y su cuerpo técnico tienen que reinventar la rotación subserie tras subserie, y la sensación que queda en estos momentos es que se busca la victoria del día y después veremos. Incluso, ahora hay que suplir la ausencia de Carlos Font, aquejado de una dolencia en su hombro derecho. 

Lo cierto es que, con todo y esto, los muchachos siguen en la pelea y su puesto en la tabla no es de los peores. Pero bien haríamos en garantizar un lugar de privilegio para enfrentar la segunda vuelta de un torneo donde ahora mismo se vislumbra que habrá pelea de la grande por estar en la post-temporada. Nos vemos en el “Guillermón”.

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