La Copa de la que todos quieren beber




No, no es el Santo Grial ni un cáliz de vida eterna, es el trofeo más codiciado del más universal de los deportes, el fútbol. Es la Copa Mundial de la FIFA, por la cual -desde el próximo jueves- dejaran la piel en suelo brasileño 32 selecciones de cada rincón del planeta.

El trofeo Jules Rimet, originalmente se llamó Victoria, fue renombrado en honor al antiguo presidente de la FIFA. Dicha estatuilla estaba hecha de plata esterlina chapada en oro y lapislázuli y representaba a Niké, la diosa griega de la victoria.
El trofeo fue llevado al primer Mundial de Uruguay en 1930 a bordo del Conte Verde, barco que transportó a Rimet y a las delegaciones de Francia, Rumania y Bélgica. El uruguayo José Nazzazi, capitán del equipo de su país en el Mundial del ‘30, fue el primero en alzar el Trofeo al cielo.
Durante la Segunda Guerra Mundial, la Copa fue conservada por el campeón de 1938, Italia. Ottorino Barassi, el vicepresidente italiano de la FIFA y presidente de la Federación Italiana de Fútbol, retiró el trofeo en secreto de un banco en Roma y lo escondió en una caja de zapatos debajo de su cama para impedir que los nazis se apoderaran de él.
En 1966, meses antes del inicio del Mundial de Inglaterra, el trofeo fue robado durante una exhibición pública en el Salón Central de Westminster. Fue encontrado sólo siete días después, envuelto en periódico al fondo del seto de un jardín suburbano por un perro llamado Pickles.
Brasil ganó el trofeo definitivamente en 1970, haciendo necesaria la creación de un reemplazo para el Mundial de 1974. El Trofeo Jules Rimet fue robado en 1983 y nunca más fue recuperado.
El reemplazo es la Copa Mundial de la FIFA, usada por primera vez en 1974 en el Mundial de Alemania. Está hecho de oro de 18 quilates con una base de malaquita y representa a dos figuras humanas sosteniendo la Tierra.
Actualmente está en manos de España, ganador del certamen en 2010.
El trofeo tiene la siguiente inscripción en su base: “FIFA World Cup” (Copa Mundial de la FIFA). Los nombres de los países ganadores de cada torneo aparecen en la parte inferior del trofeo.
Hasta 2006, nueve ganadores han plasmado su nombre ahí. Aún no se sabe si la FIFA los retirará en caso que no haya espacio en la base, sin embargo, esto no ocurrirá por lo menos hasta después del Mundial 2038, según calculan los expertos.
El reglamento de la FIFA explica que, a diferencia del Jules Rimet, el trofeo no puede ser ganado definitivamente. Después de poseerlo durante los cuatro años en que tienen derecho sobre él, los campeones del torneo reciben una réplica, que consiste en un trofeo con baño de oro en lugar del oro sólido.
El último en recibir el trofeo fue el capitán español Iker Casillas en la final del 2010 en Sudáfrica.

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