Sí pican
Las Avispas han ganado todas las subseries que han jugado. Fotos:Jorge Luis Guibert |
No recuerdo desde
hace cuánto el “Guillermón Moncada” no rugía como lo hizo en la subserie
Industriales-Santiago de Cuba, que esta vez sí justificó por qué es considerado
el Clásico de la pelota cubana.
La afición beisbolera
de todo el país, gracias a la magia de la televisión, pudo disfrutar de un
duelo cerrado, donde hubo –casi- de todo. Jugadas apretadas, polémicas,
expulsiones, decisiones dramáticas, batazos claves y, como ya se ha hecho común
en las últimas Series Nacionales, muchísimos errores defensivos y tácticos.
El público gozó y
alentó a su equipo hasta el último out, como en antaño. Tal vez algunos puedan
considerar exagerado que varios fanáticos se lanzaran al terreno en los dos
juegos ganados por los indómitos a los Leones de Víctor Mesa. Pero, vamos
señores, quién no sabe los deseos reprimidos que tienen las santiagueras y los
santiagueros de volver a festejar con sus Avispas.
No podía ser de otra
forma. Dejar en el campo al eterno rival, y en ambos casos remontando
marcadores adversos, bien merecían que auparan a los muchachos que defiende la
chamarreta “rojinegra”.
Sabemos perfectamente
que aún queda mucho por transitar y que no se ha conseguido nada todavía, pero
ese momento de satisfacción nadie se lo podía arrebatar a un pueblo que espera
ansioso la oportunidad de arrollar con la conga y cerrar la Trocha. El que no
entienda eso, bien poco sabe de lo que significa el deporte de las bolas y los
strikes en este pedazo “caliente” de Cuba.
Ante Industriales se dieron varias jugadas apretadas |
Satisfecho puede
estar el Tambor Mayor, Orestes Kindelán, con el inicio de sus Avispas en esta
57 edición del principal pasatiempo en la Mayor de las Antillas. Los
santiagueros han ganado sus tres primeras subseries con saldo de 2-1, lo que
les permite ubicarse igualado con
Ciego de Ávila en la tercera plaza de la clasificación general con seis
sonrisas y tres descalabros.
El resultado es
buenísimo, pues debemos tener en cuenta que se les ganó a Villa Clara (5-4) e
Industriales (5-4), que no son solamente dos rivales históricos de los indómitos,
sino dos de los elencos que aparecen en las cábalas de muchos para avanzar a la
segunda parte del torneo. Y en una lid tan corta y apretada como esta (solo se
juegan 45 desafíos en el primer segmento), ganar los topes particulares a
equipos de los que deben estar en la pelea por avanzar puede resultar decisivo
en caso de empates a la hora del recuento final.
Ahora bien, la
defensa sigue de mal en peor. “Santiago” es, con margen, el peor equipo del
certamen defensivamente. Y esto es un punto a tener en cuenta, porque nos puede
constar muchísimo en juegos tan cerrados como los que se disputaron con los
“azules” de la capital.
Para que tengan una
idea, los montañeses promedian un anémico .947 (la media de la Serie es .972),
con 19 pifias en 357 lances, o sea, poco más de dos “malfiladas” por juego.
Pero no solo eso, es el segundo que menos jugadas de doble matanza fabrica (6) y
el que más pass ball comete (4). Como
ven, si no se mejoran estos guarismos se corre el riesgo de echar por la borda
una posible clasificación.
Tampoco es que el
bateo ha estado por los cielos (.275, cuatro puntos por debajo de la media),
pero sí que ha sido oportuno y productivo. Y el pitcheo, contra todo
pronóstico, es lo que mejor se comportado de los tres departamentos
fundamentales.
Las Avispas son
terceras colectivamente en promedio de carreras limpias (3,00), con 41 ponches
propinados y 33 boletos (cuatro intencionales) regalados. Los contrarios le
batean solo para .247 y ha permitido 21 extrabases. Hasta ahora, lo mejor del
conjunto.
Así van las cosas
luego de las tres primeras subseries para la tropa de Orestes Kindelán. Veremos
si pueden mantener el buen paso en su gira por el Occidente, que desde ayer
viernes comenzó con el duelo ante Artemisa (4-5) y el próximo martes los llevará
hasta el cuartel general del líder de la Serie, Pinar del Río (8-1).
Lo importante es que estas Avispas han demostrado
que sí pican. Solo falta ver si les alcanzará. Nos vemos en el “Guillermón”.
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