A picar desde el primer día
La velocidad en el corrido de las bases debe ser una de las armas de las Avispas. Fotos:Jorge Luis Guibert |
Otra vez la pelota se
apodera de los principales titulares de la Mayor de las Antillas con el inicio
de la 57 Serie Nacional de Béisbol. Aunque para ser justos, desde mucho antes
de darse la voz de ¡A Jugar! ya se han generado varios temas para el debate.
A los directivos del
deporte de las bolas y los strikes en Cuba se les acaban las opciones para
intentar reanimar el espectáculo deportivo que más seguidores acapara en la
Isla, y tal vez por ese motivo el “gancho” mediático del certamen no estará en
los terrenos –que es donde debe estar-, sino en los banquillos.
Las designaciones de
varios emblemas del béisbol cubano (Orestes Kindelán, Pedro Luis Lazo y Víctor
Mesa) como managers de tres de los “cuatro fantásticos” de la pelota doméstica,
a la vez que el posible nombramiento de Ariel Pestano tendrá que esperar a la
próxima temporada, sin duda se antoja como gran atracción. Más aún cuando se
enfrenten entre ellos.
Mal sabor ha dejado las
exclusiones de algunos peloteros por “indisciplinas graves”. Esas faltas que
casi todos sabemos cuáles son y que nos privarán de disfrutar de jugadores como
Michel Enríquez o de un talento joven como el espirituano Luis Dariel Serrano,
entre otros.
Los santiagueros tienen que jugar con la misma alegría que en la Sub-23 |
En fin… la Serie que
está a punto de iniciarse les puedo garantizar que no es la que queremos, pero
es la que tenemos y la que hay que ganar. Así que las Avispas lo mejor que
pueden hacer es abstraerse de todo asunto extradeportivo y salir a picar desde
el primer día.
El calendario mandó a
los pupilos de Orestes Kindelán a debutar lejos del panal. Será en la Ciudad de
los Parques, ante los Cachorros holguineros, donde iniciará su accionar la nave
indómita, para luego, el próximo día 10, estrenarse en casa ante Villa Clara e
Industriales, en un clásico marcado –cómo no- por la presencia del carismático
VM32 al frente de los Leones de la capital.
En la Serie 56 los
primeros nueve partidos (todos como visitantes) fueron los mejores del equipo.
Recuerdo que los entonces dirigidos por Reutilio Hurtado llegaron al
“Guillermón” líderes del torneo con seis victorias y tres derrotas, pero todo
fue un sueño. Después se derrumbó el castillo y al final el saldo fue doloroso,
14-30, antepenúltimos.
Esta vez, si les soy
sincero, la cosa pinta diferente. En las Avispas se respira aire de optimismo y
han logrado contagiar a buena parte de sus seguidores. Es cierto que son
jóvenes, demasiado para pedirles –incluso- que lleguen a los play-off, pero
como está la pelota cubana en la actualidad, qué puede ser que no sea. Después
de todo, en la Sub-23 han campeado a sus anchas.
Se antoja necesario
salir con el pie derecho ante Holguín, y después dar la cara contra
villaclareños y “azules”. Eso ayudará a que los muchachos se lo crean y se
envalentonen. Por supuesto, el público tiene que jugar su papel. Hay que
apoyarlos y, sobre todo, tener paciencia con el proyecto de Kindelán. Estos
muchachos van a dar de qué hablar. Se los aseguro.
Comentarios
Publicar un comentario