“Esperaba algo más por parte de la Federación Cubana de Fútbol”
Lorenzo Mambrini está ligado al fútbol cubano desde el año 2013. Foto:Jorge Luis Guibert |
Resulta extraño mirar
hacia el banco de los actuales campeones del fútbol cubano, los Diablos Rojos de Santiago de Cuba, y no ver al frente del mismo al italiano Lorenzo Mambrini,
un tipo
sencillo que cruzó hasta este lado del océano Atlántico para brindar sus
enseñanzas a cambio de nada. Un personaje que supo ganarse el cariño y el
respeto de la afición, y del pueblo santiaguero.
Luego de ganar invicto la 102 Liga, Mambrini decidió darle otro rumbo a su carrera como director
técnico en el balompié cubano. Y cuando muchos daban por hecho que tomaría las
riendas de la selección nacional, la realidad nos mostró otra cosa. Sobre este
y otros temas, y aprovechando la gira que recientemente diera el equipo Cuba
por la “tierra caliente”, el carismático estratega conversó con Play-Off Magazine.
-¿Ante todo, qué sensaciones te deja haber regresado a
Santiago de Cuba?
-Regresar a Santiago
de Cuba es una gran emoción para mí. Es la posibilidad de saludar y compartir
con gente que conozco, que aprecio. Ha sido un gusto volver a esta ciudad
maravillosa que me ha dado muchas alegrías. Y quiero pensar que aquí siempre me
recordarán como alguien que dio su ayuda desinteresada para que el fútbol
santiaguero alcanzara su primer título nacional.
-Casi todos daban por hecho que tu próximo paso era dirigir
la selección nacional. ¿Te sorprendió que no te nombran DT?
-Primero me gustaría
agradecer a la Federación Cubana por haberme tenido presente para formar parte
del cuerpo de dirección de la selección nacional. Pero sí, cuando me
comunicaron que sería asistente me quedé un poco triste; porque, al igual que
se los comuniqué a los dirigentes del fútbol en el país, esperaba algo más.
Pero no tengo nada de
qué lamentarme. Yo respondí como debía, con la profesionalidad que siempre me
ha caracterizado, y acaté la labor que me encomendaron con el mismo amor y
dedicación que siempre lo he hecho. Sé que a los aficionados y a los atletas
les gusta mi método de trabajo, y esa es mi mayor satisfacción. Nada me llena
más que el cariño de los jugadores y el pueblo que sigue el más universal de
los deportes en Cuba.
-¿Crees que no te dieron el cargo por un tema económico?
-La verdad es que no
soy un experto en cómo funcionan esos temas en la Federación Cubana. Como te
dije anteriormente, es cierto que me esperaba algo más, peri si te soy sincero,
no creo que sea por la forma de pagarme; porque a la dirección nacional del
Inder, cuando les entregué los papeles que me avalan como preparador de fútbol,
siempre les dejé claro que mi intención era ser reconocido como técnico
extranjero, porque me ayuda para mi currículum en Italia, pero que no quería un
gran salario en dólares ni en ninguna otra moneda.
Sé que otros
estrategas foráneos han venido a trabajar con el balompié cubano y todos han
exigido un pago en dólares. Yo no, lo mío es ayudar a que Cuba eleve su calidad
en la práctica del fútbol.
-¿Cómo valoras a la selección cubana en tu primera
convocatoria?
-No estoy nada
contento con lo que pude ver. Así se los hice saber a los muchachos. Ellos son
disciplinados e inteligentes, y sabrán sacar los mensajes de la charla que
tuvimos. Para crecer no podemos hacernos falsas ideas. La selección cubana de
fútbol no está nada bien. Ojalá haya otras concentraciones próximamente y podamos
jugar contra equipos de otros países para buscar mayor fogueo y desarrollo. Eso
nos ayudaría a saber exactamente en qué punto estamos y entonces, saber en qué
tenemos que trabajar.
El DT italiano recuerda con mucha emoción el título alcanzado con los Diablos Rojos. Foto:Jorge R. Matos |
-¿Crees que la selección necesita mayor apoyo por parte de
la Federación Cubana?
-Lo primero que
haremos los integrantes del cuerpo técnico del equipo, al llegar a La Habana,
es entregar nuestros informes de cada una de las áreas que atendemos. En mi
caso, como asistente, me toca seguir la parte táctica y la evaluación de estos
primeros partidos no es buena. Espero que a partir de ahí se tomen decisiones
que nos ayuden a mejorar el funcionamiento de la selección, que es el objetivo
que todos buscamos.
-¿Está lejos Cuba de acceder a una Copa Mundial de la Fifa?
-En este momento eso
es impensable y no voy a ser yo quien ilusione al pueblo cubano con una posible
clasificación, no solo a un Mundial, sino también a otros eventos de nivel como
las Copas América o de Oro. La verdad es que estamos mal y si no cambiamos el
método de trabajo seguiremos alejándonos cada vez más de este sueño de ver a
Cuba en una Copa del Mundo de la Fifa. Debemos analizarnos bien y cabe preguntarnos:
si otras naciones como Panamá, que estará en Rusia 2018, han logrado avanzar,
por qué nosotros no. Ellos han hecho bien las cosas con el fútbol y nosotros
no. Lo cierto es que ahora mismo estamos muy lejos.
-Pero además de tu labor como asistente de la selección,
también fuiste nombrado como DT de La Habana para el próximo Torneo de Ascenso.
¿Temes que en Santiago de Cuba algunos te tilden de traidor?
-Eso fue algo que me
pregunté cuando me llamaron para dirigir a La Habana. También tuve ofertas por
parte de Ciego de Ávila, un gesto que agradezco mucho, que una provincia tan
ganadora como esa piense en mí, pero ya había dado mi palabra a la Comisión
habanera.
Los santiagueros se
encariñaron mucho conmigo, al igual que yo con ellos. Pero esto es deporte y no
otra faceta de la vida. Durante tres años estuve en Santiago de Cuba y nunca le
fallé a este territorio. Siempre agradeceré a todos los que me acogieron y
apoyaron, en especial a los integrantes de los Diablos Rojos. Espero que la
gente de la “tierra caliente” nunca olvide el histórico 24 de junio de 2017
(fecha del partido que le dio el primer título del fútbol cubano a Santiago de
Cuba), pero yo también tengo mis metas.
Para seguir en
“Santiago” tenía que viajar constantemente a La Habana, y en par de
oportunidades tuve accidentes de tránsito que me pudieron costar, incluso, la
vida. Tengo que pensar también en mi familia y en mí. Así que, si acepté estar
en la dirección de la selección nacional, resulta mucho más cómodo y seguro
para mí dirigir en la capital. Espero me comprendan y que nadie me considere un
traidor.
-¿Esta no es tu primera experiencia en el fútbol habanero,
crees que hay calidad para regresar a la Primera División?
-Yo empecé mi carrera como
director técnico en Cuba en La Habana, en el año 2013, donde tuve la
oportunidad de entrenar al equipo de Guanabacoa, con el que logramos ascender a
la Primera Categoría provincial por primera vez en la historia de ese conjunto.
Te puedo decir que hay grandes problemas con la
selección de La Habana. Yo diría que es como una casa que está en las primeras
fases de construcción.
La mayoría de los jugadores regulares se fueron del
país. Muchos piensan que no tendremos problemas para ascender, pero no es así.
Si logramos llegar a la Primera División creo que podemos estar satisfechos.
Ese es el objetivo: subir.
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