Massó se pone alta la barrera
Massó es la principal figura del salto largo de Cuba en la actualidad. Foto:cubadebate.cu |
Maykel Demetrio Massó Bavastro (8 de mayo
del 1999) tiene 18 años de edad y ya ha escrito su nombre en la historia del
salto largo cubano. Con brincos estables sobre los ocho metros, el muchacho de
Santiago de Cuba tiene como registro cumbre el 8,28m que le convierte en el
mejor juvenil de todos los tiempos en la Mayor de las Antillas.
Campeón mundial de cadetes en Cali,
Colombia, y de la categoría sub-20 en certamen que acogió la ciudad polaca de Bydgoszcz, Massó es una
de las principales esperanzas del Deporte Rey en la Isla
para ganar una medalla en las Olimpiadas de Tokio 2020.
Recientemente, el joven saltamontes
estuvo en su tierra natal para recoger el reconocimiento por haber sido elegido
entre los mejores atletas de Santiago de Cuba en el 2017 y, como siempre,
dedicó un momento para conversar con Tiempo Extra.
-¿Qué nota le pones a
tu actuación en la temporada pasada?
-Creo
que se puede catalogar de buena. En el 2017 mis resultados fueron aceptables de
manera general, sobre todo con mucho entrenamiento y sacrificio para tratar de
mantener, y elevar, mis logros. Tuve la oportunidad de incursionar en la Liga
del Diamante y en mítines que se desarrollaron en Italia y España, donde
alcancé la marca de 8,33m, la cual me dio la posibilidad de participar en el
Campeonato Mundial de mayores, en Londres, en el mes de agosto pasado, que ha
sido mi mayor experiencia en mi joven carrera.
-El de la capital
inglesa fue tu primer certamen del orbe entre los mayores. Háblanos de ese
momento.
-Siempre
fue difícil. Tuve nervios, pero a la vez estaba concentrado, porque sabía que
mi objetivo era representar a mi país y a mi provincia lo mejor posible. Aunque
sé que en años posteriores puedo mejorar mis resultados, creo que el quinto lugar
alcanzado no puede ser valorado como negativo, sino como una experiencia muy
positiva.
-Fuiste uno de los dos
cubanos invitados a la Gala del Atletismo Mundial del 2017, en Mónaco. ¿Crees
que es una forma de reconocer tu trabajo?
-Fue
un honor grandísimo, pues únicamente participaron 70 atletas de todo el
planeta, y solo dos éramos de Cuba; así que estar allí rodeados de tantas
luminarias del atletismo fue una oportunidad irrepetible para mí. Creo que sí,
que es una forma que tiene la Federación Internacional de reconocer mi esfuerzo
y mi progresión año tras año.
-¿Retos y expectativas para
el 2018?
-Me
preparo física y mentalmente para enfrentar la principal competencia del año,
que son los Juegos Centroamericanos de Baranquilla, Colombia. Es un reto que
tengo, pues todos esperan que esté en lo más alto del podio, y no quiero
defraudar a los que me siguen y confían en mí.
Antes de ese momento está pronosticada mi presencia
en el Mundial bajo techo de Birmingham, en el mes de marzo, y en el campeonato
del orbe juvenil. Va a ser un año difícil, pero con tesón y disciplina espero obtener
todas mis metas.
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