Examen bajo techo
Si comienzo diciendo que nuestras
principales disciplinas deportivas han obtenido resultados pésimos en los últimos
años, algunos supersticiosos dirán que este comentario solo sirve para fomentar
el “mal de ojo”, por eso juro que en
este trabajo no hablaré de pelota.
Les propongo centrarnos en el
Campeonato Mundial de atletismo bajo techo, que comenzará el próximo día 7 en
la ciudad de Sopot, Polonia, donde nuestro país irá representado por una
pequeña delegación de seis atletas, en honor a la verdad, los que mejores
condiciones presentan en estos momentos.
La pasada cita a capota cubierta,
que se desarrolló en Estambul, le reservó a Cuba una de las peores actuaciones
de su historia. En aquella edición anclamos en el puesto 25 del medallero
general, con 21 puntos obtenidos, lo cual representa el segundo cómputo más
bajo en justas de este tipo.
A Turquía acudimos con 10 atletas,
en esta ocasión serán seis (inicialmente se pensó asistir con siete) de acuerdo
con la nueva filosofía de la Comisión
Nacional, la cual tiene como principio, llevar a quienes
tengan chances reales, a diferencia de otras ediciones a las que asistíamos con
todos los clasificados. ¿Será esta la fórmula para revertir la situación?
Ya sabemos que concursaremos en
salto con pértiga (rama femenina), triple salto (en ambos sexos), así como en
las vallas cortas para hombres.
La comitiva estará comandada por los
medallistas mundiales al aire libre Yarisley Silva y Pedro Pablo Pichardo,
quienes estarán acompañados por los triplistas Ernesto Revé y Yarianna
Martínez, y los vallistas cortos Yordan O’Farrill y Jhoanis Portilla.
De ellos, solo Yarisley tiene experiencia
en citas planetarias techadas, pues hace dos años asistió a Estambul, donde la
isla logró un bronce de la triplista santiaguera Mabel Gay.
La pinareña Silva tendrá que
batallar fuertemente con la local Anna Rogowska (4,76 metros), líder de
la actual temporada; la británica Holly Bleasdale (4,73), la alemana Silke
Spiegelburg (4,72), la griega Nikoleta Kiriakopoulou (4,72), la checa Jirina
Svobodova (4,71) y la eslovena Tina Sutej (4,71).
Por su parte, “Triple P” tendrá al
estadounidense Will Claye, tercero en las Olimpiadas de Londres 2012, como
principal escollo para subir a lo más alto del podio. Aquí no podemos descartar
al guantanamero Revé, quien no debe afrontar contratiempos para incluirse –al
menos- entre los finalistas, lo cual daría puntos a la delegación.
Los otros representantes de la Mayor de las Antillas tienen
delante una empresa más complicada, ya que nunca han obtenido grandes marcas
que nos estimulen a “lanzarnos” a la piscina de los pronósticos.
De las nóminas extranjeras se supo
que los anfitriones de la justa dispondrán de 37 efectivos, incluidos el
monarca olímpico de bala Tomasz Majewski y la ya mencionada Rogowska.
Gran Bretaña registró a 35, de ellos,
11 premiados en la versión anterior, con destaque para la vallista Tiffany
Porter, el ochocentista Andrew Osagie y la pertiguista reina de Europa,
Breasdale.
Con 37 estará presente Rusia, que
tiene como ídolo al oro olímpico en salto de altura Ivan Ukhov.
Estas citas tuvieron su primera
versión en París ‘85 y desde entonces Cuba acumula 15 títulos, 16 medallas de
plata y 13 de bronce.
El exsaltador de altura Javier
Sotomayor es el más premiado con cuatro oros, una plata y un bronce, aunque su
compañero de longitud Iván Pedroso suma más primeros lugares con cinco.
Ahora voy a arriesgarme: de Polonia
regresaremos con una medalla dorada. Usted conoce a los candidatos. ¿Qué me
dicen?
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