¿El más grande de todos los tiempos?
El argentino Lionel Messi ganó su quinto Balón de Oro |
Lionel Messi ha ganado su quinto Balón de Oro
y el mundo del fútbol está rendido a los pies de un futbolista que se acerca a
la perfección en la cancha y que, más allá de ella, cumple con los estereotipos
de un tipo común y corriente. O al menos eso aparenta.
Messi solo es capaz de competir contra él. Y
una vez que suponíamos que lo habíamos visto todo, reescribió la historia de su
propio juego. Maravilloso con el balón a los pies, su nivel se compara con el
de los mejores de todos los tiempos: Pelé, Maradona, Cruyff o Zidane.
Nunca me ha gustado “mojarme” a la hora de
opinar acerca de quién es el mejor futbolista de todos los tiempos, pues creo
que más allá de las estadísticas y los premios –colectivos o individuales-
siempre termina por imponerse el favoritismo personal de cada quién con su
ídolo preferido.
Con Messi se generan las mismas opiniones que
con otros grandes en su época. Si no lo es, se parece... podría serlo, debería
serlo…
El pasado lunes el astro argentino recogió, en
Zurich, el trofeo que le pone más lejos que nadie en la historia del más
universal de los deportes: cinco Balones de Oro de la FIFA, cinco
reconocimientos que no terminan de entregarnos un informe completo sobre este
futbolista.
¿Qué se le puede
recriminar a “La Pulga”? Su cambio actitud una vez que le toca defender la
camiseta albiceleste. No encuentro explicación alguna a lo que pueda pasar por
la mente del astro para errar en Finales, como las del Mundial de Brasil 2014 y
la Copa América Chile 2015, ocasiones tan claras para engrandecer su gloria,
que en el Barcelona no perdona.
Siempre aparecerán las
justificaciones de sus seguidores. Muchos alegarán que no es lo mismo estar
rodeado de compañeros como Iniesta, Neymar y Luis Suárez; que los que comparten
con él el vestuario argentino. Eso es una gran verdad. Históricamente ha
quedado demostrado que -en el fútbol- estar rodeado de talento siempre ayuda a
conquistar la eternidad.
Que
no ganara el Premio Puskas fue casi una brutalidad. O tal vez un toque de
diplomacia a la Gala. En tan solo segundos, Messi hizo lo que quiso con la
defensa rival: regates, cambios de ritmo, cavó un túnel entre las piernas de
uno de sus adversarios y como si fuera poco batió en el primer poste al arquero
rival con un disparo seco y potente. Golazo en toda la extensión de la palabra.
Solo superable por él mismo.
En
resumen: Argentina puede disfrutar de tener al mejor del mundo, pero no goza de
lo que este puede aportar. Incluso los que lo veneran deben reconocer que Leo
aún tiene deudas para ser considerado el Zeus de la historia del fútbol.
¿El
más grande de todos los tiempos? No lo sé. Lo que sí es un hecho es que Messi
reina en la estratosfera del balompié con sus cinco bolas doradas. Suertudos
podemos considerarnos por disfrutar de un jugador que solo compite contra él
mismo.
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