Novak Djokovic retorna al número 1 en Wimbledon
La cuarta fue la vencida. Luego de
tres finales seguidas de Grand Slam con caída (en el medio perdió en cuartos de
Australia), Novak Djokovic pudo quebrar la racha y se alzó con su segundo
título en Wimbledon. El serbio se impuso a Roger Federer por 6-7 (7), 6-4, 7-6
(4), 5-7 y 6-4 y de paso regresó al número uno del mundo.
Final de altísimo vuelo, con idas y
vueltas. Djokovic, en definitiva, fue un poco más gracias a su devolución y lo
terminó cerrando en cinco sets luego de haber atravesado algunas dudas en el
cuarto, en el que llegó a tener una ventaja de 5-2 y contó con un “match point”
en el 5-4 ante el saque de Federer. El serbio sumó su séptimo título de Grand
Slam, mientras que el suizo se quedó en la puerta de sumar su octava corona en
el All England y 18ª en Major.
El partido tuvo un inicio
superlativo, con un gran nivel de ambos y también con contrastes. Si bien ambos
tuvieron a su servicio como gran aliado, como se esperaba, hubo diferencias
entre los planteos. Djokovic buscó imponer su sello desde el fondo, con la
intención de mover a Federer para que no pegue cómodo en el lugar. El suizo,
por su parte, cortó el ritmo de los peloteos con efectos, aberturas y subidas a
la red. Todo muy parejo, con una leve ventaja en los juegos de saque para el
serbio.
Con paridad absoluta, la historia
del primer set se definió en el “tie break”. Federer tomó la ventaja (3-0),
pero no pudo mantener el control de las acciones y, con buenas devoluciones,
Djokovic logró dar vuelta el momento para quedar con chance para set. Y en dos
ocasiones. Pero en el instante que más lo necesitaba, su primer saque no
funcionó. El suizo, opuesto. Pasó del 6-7 al punto para set con un ace y un
servicio ganador. Y en el turno de la devolución, se valió de un revés a la red
del serbio para quedarse con el set inicial.
Djokovic, pese al impacto de quedar
abajo, jamás perdió el eje y tuvo en sus devoluciones a su principal arma del
segundo parcial. Hizo jugar a Federer en los primeros dos games de saque: contó
con “break point” en game inicial del set y quebró en el tercero, juego en el
que mandó una pequeña alerta por una caída en el piso (con posterior atención
médica en un tobillo). El serbio revalidó la ventaja con su saque, en un game
largo y reñido. Y de ahí, todo suyo. Sólo tuvo que soportar la presión de estar
con chance de quiebre abajo en el 5-4. Lo cerró con autoridad y sets iguales.
Djokovic se hizo dueño de las
acciones con la ventaja en el marcador. Y dio un golpe de efecto al quedarse
con el saque de Federer en el cuarto game para el 3-1. Parecía todo listo, pero
no. El suizo quemó el resto, con un juego agresivo y tomando mayores riesgos:
como resultado, ganó el servicio del serbio por primera vez en el partido. Sin
embargo, el balcánico no se dejó llevar por el momento. Volvió a golpear con la
devolución y luego sí, en un game durísimo y con mucha presión, logró la
ventaja para el 5-2. ¿Listo? No, hubo más dramatismo. Federer volvió a quebrar.
El serbio se fue del partido,
decididamente. Es cierto que tuvo un punto de partido, salvado por el suizo con
un saque ganador, pero la semblanza de Djokovic no era la misma. Y así lo
reflejó en el décimo game con su servicio: errores, doble falta y 0-40. Federer
no dudó. Continuó con su repertorio ofensivo, tomando grandes riesgos con su
revés y firmó el set por 7-5 para forzar la definición a un quinto parcial.
Sin resto. Djokovic se mantuvo al
frente desde el inicio, a pesar de dos momentos de incertidumbre: pidió
asistencia médica en el 2-1 y pareció tener poca movilidad; y luego supo
levantar un punto de quiebre en el séptimo game. Superó las adversidades y
encontró algunos huecos en el juego de Federer, que fue perdiendo el “timming”
en sus golpes. El suizo logró salvar un triple “break point” a puro saque en el
octavo juego, pero volvió a quedar en la cornisa en el cierre. Y no pudo salir
adelante. El serbio ahora sí no dudó, supo cómo cerrarlo y se quedó con su
segundo título de Wimbledon.
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