Aún vive la leyenda
Con esta generación el Real Madrid comenzó su leyenda europea. Foto:Getty Images |
El
primer campeón y el más reciente. Real Madrid celebra este 13 de junio el 60 Aniversario
de su primer gran conquista. El título que inició la leyenda blanca de las
cinco copas y que puso al equipo que entonces presidía Don Santiago Bernabéu en
el mapa del fútbol internacional.
El
escenario fue el Parque de los Príncipes, en París. El Stade de Reims, que
llegó al torneo como monarca del campeonato francés en la temporada 1954-1955,
fue la víctima. La victoria por 4-3 de los “merengues” convirtió al Real Madrid
en el primer campeón del torneo que nació como iniciativa de los editores del
diario L’Equipe y que hoy se ha convertido en la competición a nivel de clubes
más importante del planeta.
También
en la competencia fetiche de los “merengues”. Con la conquista del título de
Champions League, el pasado 28 de mayo, el museo del “Santiago Bernabéu” sumó
la famosa Undécima a sus vitrinas para reafirmar su hegemonía en la competición
continental, en la que no sólo es el máximo ganador, pues nadie ha disputado
más finales (14), participado en más ediciones (46) y ha marcado más goles
(873) que los “blancos”.
Según
las crónicas de la época, aquella fue una victoria “sufrida” en la que el
Madrid “hizo gala de su pundonor” para emprender dos remontadas; la primera
tras verse abajo en el marcador por 0-2 a los 10 minutos de iniciado el
encuentro, y la segunda, cuando los franceses rompieron el empate 2-2 con poco
más de media hora por jugarse.
Fue
un partido de consagración para los hombres de “blanco”, en particular para la
delantera encabezada por el mítico Alfredo Di Stéfano. Después de 20 años de
sequía, el equipo de Chamartín comenzó a emprender el vuelo con el campeonato
de Liga en la campaña 1953-1954, que coincidió con la llegada de Di Stéfano como
cabecilla de la generación dorada del Madrid.
La
década de los 50 fue una época de ensueño para los “blancos”, que se adjudicaron
en un período de siete años las cinco copas y cuatro trofeos de Liga.
La
leyenda de Di Stéfano lo precede; decenas de récords en la casa “blanca”,
incluido el de máximo goleador merengue con 307 goles en 296 partidos, que
costó décadas a otro virtuoso, Raúl González Blanco, romper. Para luego dar
paso al presente, Crisitiano Ronaldo.
Ese
día, Di Stéfano dio el primer paso hacia el único récord que probablemente ni
CR7 ni Lionel Messi tendrán tiempo de arrebatarle. Es el único hombre que ha
marcado en cinco finales europeas (consecutivas, además) dejando un saldo de
siete tantos en el partido decisivo, contando el triplete con que contribuyó a
la victoria por 7-3 sobre el Eintracht, para ganar la Quinta.
Pero
Di Stéfano no era el único que destacaba en ese equipo, que ya entonces era una
máquina de hacer goles.
El
capitán Miguel Muñoz marcó el primero de los 20 tantos con que culminaría el
torneo tras dejar en el camino a Servette, Partizan de Belgrado y Milán.
Di
Stéfano y Héctor Rial acabaron como máximos goleadores con cinco tantos cada
uno. Hacía años que la “Saeta” era considerado el mejor jugador del planeta, así
que contó como consagración. Para Rial, su primera huella en la historia como
un jugador con capacidad de compartir responsabilidades con los pesos pesados
del equipo, pese a que recientemente había “cruzado el charco”, después de
ganar dos ligas en Uruguay.
Destacó,
de igual manera, la mancuerna defensiva entre Marquitos y Zárraga, y un joven
Paco Gento que, cuentan los que lo llegaron a verle jugar en vivo, destacaba
por su velocidad y con el tiempo sentaría las bases de las características que
hoy definen a los extremos más completos: veloces, con capacidad para el regate
y con un potente disparo.
Hubo
alguien más que dejó huella en aquel partido. Raymond Kopa, uno de los mejores
futbolistas franceses en la historia que por entonces aún pertenecía al equipo
perdedor. Su velocidad y precisión en el pase que ya habían capturado la
atención de Bernabéu, fueron reveladas a la afición madridista que al año
siguiente lo verían vestir de blanco.
De
aquella generación dorada merengue queda solo Paco Gento, presidente de honor
del Real Madrid desde diciembre pasado. Leyenda, también, por cuenta propia,
pues es el único jugador en la historia que puede presumir seis Copas de Europa
y 12 títulos de Liga.
Se trataba de un equipo espectacular, aunque
entonces no había fanfárrias ni galácticos. Era gente que, según comentó tras
el encuentro Don Santiago Bernabéu: “sencillamente cumplían con su deber”.
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