Los goles llegan desde el “Cauto”



Pablo Ramón (izquierda) lidera a los goleadores de los Diablos Rojos con nueve dianas. Foto:Jorge Luis Guibert

Muchos se preguntan quién es ese santiaguero que se regodea entre los primeros anotadores de la 102 Liga Cubana de Fútbol. Algunos saben que lo apodan “Takechi”, como aquel personaje de la popular serie televisiva japonesa Oshin; otros conocen que su verdadero nombre es Pablo Ramón Labrada Reyes y que es oriundo del municipio de Palma Soriano.


Lo cierto es que los nueve goles anotados por el joven de 23 años no han pasado –ni mucho menos- desapercibidos para la fanaticada santiaguera y cubana en general.

Directo, de pocas palabras, “Takechi” accedió al diálogo con este redactor, no sin antes dejar claro que: “prefiero hablar en el campo, con el balón en los pies”.

-¿Cuándo comenzó tu pasión por el fútbol?

-Desde bien pequeño. Siempre me llamó la atención este deporte. Recuerdo que mi primera gran competencia fue un Torneo Zonal Pioneril, que se desarrolló en Holguín, donde fui seleccionado como el Mejor Jugador. A partir de ahí he transitado por todas las categorías, y después de cumplir con el Servicio Militar Activo, me incorporé en la pasada temporada a los Diablos Rojos, bajo las órdenes del míster Lorenzo Mambrini.

-¿Cuánto ha influido el profesor Mambrini en tu desarrollo como futbolista?

-Muchísimo, pero no solo él, también el resto del cuerpo técnico del equipo. Todos me ayudan a mantener una forma física óptima y a mejorar día a día mi pensamiento táctico sobre la cancha. El profesor Lorenzo me ha dado mucho apoyo y me siento honrado de contar con su confianza. Seguir su ejemplo es una de las claves para que las cosas me salgan bien.

-Este año hemos visto un “Takechi” diferente, mucho más rápido y con mayor acierto goleador. ¿Algún secreto en específico?

-Trabajo, trabajo y más trabajo. Ese es el secreto. Aprovecho al máximo cada entrenamiento y gracias a eso he logrado perfeccionar mi juego, aunque siempre hay margen a mejorar. Soy joven y aún tengo mucho que aprender. De todas formas, creo que nueve tantos en un año no están mal. Mis compañeros tienen mucho que ver en esto, ya que somos un grupo muy unido y el fútbol es un deporte de equipo. Por suerte para mí, me ha tocado anotar en varias oportunidades. Hacer goles es lo que más me gusta, pero también disfruto dar asistencias.
Pablo Ramón confesó que disfruta anotando goles. Foto:Jorge R. Matos



-Sin embargo, en varias ocasiones te hemos visto más pegado a la banda, en la posición de extremo o mediocampista ¿Te gusta hacerlo o es por cuestiones tácticas?

-Siempre he sido delantero-centro, pero si tengo que sacrificar mi posición en la cancha para ayudar al equipo en un momento o partido determinado, no tengo problemas. Lo principal es ayudar a que mi elenco alcance el éxito. Aquí, o ganamos todos o perdemos todos. De nada importa que anote goles si no salimos airosos.

-Este sábado tienen un partido (ante Camagüey como visitantes) vital en las aspiraciones de los Diablos para quedar campeones. ¿Qué se habla en el equipo en estos días previos?

-Sabemos lo importante que es sacar los tres puntos en Minas (sede de los Miuras camagüeyanos). Será un partido duro, ante un gran equipo que está anotando muchos goles. Pase lo que pase, la Liga no termina este sábado. Aún nos quedarían otros tres encuentros que, igualmente, pueden determinar mucho, pero sabemos que ese choque ante Camagüey puede valernos la medalla de oro que tanto deseamos regalarle al público santiaguero. Hemos mantenido el invicto durante todo el año y estamos listos para afrontar el desafío.

-¿Piensas en la selección nacional?

-Por supuesto. Representar a mi país sería uno de mis mayores logros como atleta. Si me dan la oportunidad espero aprovecharla al máximo. Sin embargo, ahora solo pienso en quedar campeón con “Santiago”.

-Una última pregunta para que puedas regresar al entrenamiento. ¿Por qué “Takechi”?

-Tal vez por mis ojos achinados (dijo entre risas). Sé que viene de una novela que transmitieron por la televisión, mis padres me apodaron así y se me quedó. Muy pocas personas me dicen mi verdadero nombre. Pero no me molesta, ya estoy acostumbrado.

-¿Periodista, puedo pedirle un favor?

-Claro –respondí-.

-No deje de poner en el escrito que le mando saludos a mis amigos del reparto La 60 en Palma Soriano, que si leen la entrevista y no les envío mis recuerdos creo que me “matan”.

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