Este siglo XXI les pertenece (+video)
El "Camp Nou" estalló con el triunfo barcelonista. Foto:marca.com |
Parecía que la
goleada en París (4-0) marcaría el adiós a una época cargada de éxitos. Pero
todo quedó en eso. El Barcelona, el mejor equipo en lo que va del siglo XXI,
volvió de la manera más épica y gloriosa que se recuerde.
La remontada ante el París Saint-Germain se
puede resumir así: Tres goles en los últimos siete minutos. El “Barça”
fabricó un partido legendario enganchado a un Neymar colosal, un arbitraje escandaloso y un
PSG pésimo.
El Barcelona se aferró a la fe de un milagro y
a partir de ahí se reconstruyó en una jornada que no se olvidará por muchos
años en el “Camp Nou”.
Los “azulgranas” trabajaron sobre un guión casi
perfecto de una película de suspenso que tuvo momentos dramáticos y un cierre
majestuoso. En tanto, el PSG se esmeró en que la película tuviese siempre una
reseña apegada al terror.
No sólo salió a defenderse al “Camp Nou”, si no
que lo hizo mal. Le cedió el balón, la iniciativa, el terreno y hasta empeñó su
alma ante el Barcelona que, sin una pizca de aporte de Lionel Messi, desmostró
que sigue teniendo jugadores de gran clase y categoría para aspirar a todo.
El entrenador español Unai Emery esperó 55
minutos y tres goles para enviar a la cancha a Ángel Di María y adelantar un
poco las líneas. Era demasiado tarde, siempre fue demasiado tarde para un
equipo que se llevó el saco lleno de goles de la ciudad condal.
Contó con todo el
viento a favor el “Barça”, incluido un arbitraje decisivo. Hay que decirlo. El
penalti del 5-1 es mérito de Luis Suárez, que se zambulló ante Marquinhos y el referee Deniz Aitekin, contagiado por el torbellino culé, transformó en
pena máxima.
Tampoco pareció el del
3-0, con Neymar buscando el cuerpo de Meunier tras
trompicarse. Y Javier Mascherano
reconoció en vestuarios un penalti a Di María cuando
el argentino se disponía a remachar el 3-2. Pero tan decisivo como el colegiado
fue un PSG pésimo, el reverso oscuro del
que compareció en el Parque de los Príncipes. Superado y sin personalidad, el
conjunto francés hizo casi todo lo posible por favorecer el prodigio
barcelonista.
Al final el fútbol
premió a quien procuró hacer algo en la cancha y no a quien llegó a ella a
especular.
El Barcelona está de vuelta. Justo unos días después de que Luis Enrique
anunciara que dejaría al equipo al final de la temporada. Hoy es líder de la
Liga, finalista de la Copa del Rey y está, nuevamente, entre los ocho mejores
equipos de Europa y del mundo. Y será, sin duda, uno de los grandes favoritos
para contender por la “orejona” en Cardiff.
Comentarios
Publicar un comentario