A casa con la frente en alto

Los santiagueros cayeron en la etapa de cuartos de final de la Caribbean Club Shield 2019       Foto: concacaf.com

El Waymouth Wales FC, campeón de la Liga de fútbol de Barbados, truncó los sueños de los Diablos Rojos de Santiago de Cuba tras derrotarlos dos goles por cero en los cuartos de final de la Concacaf Caribbean Club Shield 2019, que concluirá este lunes en Curazao.

Sin embargo, más allá de arrancarles la piel por el fracaso, lo que realmente se impone es analizar con objetividad el desempeño de los indómitos en lo que fue su primer evento internacional a nivel de clubes.

Los muchachos del profesor Leonardo Herrera viajaron a Curazao con una nómina compuesta por 18 atletas ciento por ciento santiagueros. ¿Y por qué señalo esto? Porque el segundo título de los montañeses en el torneo doméstico, que fue el que les abrió las puertas de esta segunda edición de la Club Shield, llegó con la ayuda de refuerzos (recuerden a Yordan Santa Cruz, Renay Malblanche, entre otros) que no pudieron hacer el viaje a la isla caribeña.

Así las cosas, los montañeses se plantaron en el certamen de clubes campeones de las ligas del Caribe con lo mejor que tienen en casa, ni más ni menos, y de los cuatro partidos que efectuaron, solo cedieron contra el Wales barbadense.

Tampoco podemos obviar la presión que siempre conlleva el debut en un evento foráneo, la adaptación en tiempo récord al césped artificial y a jugar en horarios nocturnos (detalles nunca vividos por la mayoría de los atletas cubanos). A todo esto, hay que sumar el poco conocimiento –por no decir ninguno- que se tenía de los contrarios; lo cual dificultó la preparación táctica y estratégica de los juegos.

A pesar de todo esto, los Diablos Rojos dejaron su puerta imbatida en los tres choques de la fase de grupos, en los que sacaron par de empates a cero (ante el Jong Holland local y el Scholars International, de Islas Cayman) y una goleada (4x0) a costa del Fruta Conquerors guyanés.

Únicamente el Waymouth Wales logró vulnerar la valla custodiada por el arquero Nelson “La Araña” Johnston, curiosamente, en los últimos instantes de ambos tiempos (en el 45’ y en el 90’+4).

Puede que algunos piensen que los santiagueros regresan a casa con las manos vacías. Pero yo no lo veo así. Ante todo, los muchachos recibieron el estímulo de representar a su país como justo premio a ser los mejores de todo un año. Y también está la satisfacción (aunque en el deporte casi siempre se trata de ganar) de haber hecho más cosas acertadas que lo contrario. 

Las palmas para los Diablos Rojos, que ahora tendrán que enfocarse en la etapa final de la 104 Liga Cubana, en la que regresarán a la acción el próximo día 18, cuando reciban en la pista de rekortán (a las 4:00 p.m.) al sorpresivo elenco de Artemisa.