Al César lo que es del César
No
hubo casualidad, si algo se podía asegurar en el torneo de taekwondo de los
Juegos Cetroamericanos y del Caribe Veracruz 2014, eran las coronas de los
santiagueros Rafael Alba y Robelis Despaigne, a quienes los rivales apenas
pudieron “arañar”.
Y
es que la calidad y la clase de estos taekwondistas es tal, que a Despaigne,
por ejemplo, solo pudieron marcarle dos puntos en contra en toda la lid, y uno
de ellos fue por amonestación. ¡Impresionante!
Robelis,
oriundo de la Ciudad Héroe, puso broche a las acciones del taekwondo en la cita
azteca, en la cual nuestra delegación culminó en la segunda plaza por naciones,
con saldo de tres metales dorados, cuatro plateados y dos bronceados, muy por
detrás de los locales mexicanos que finalizaron con 10-1-4.
La
actuación de los cubanos, en general, no fue la esperada por muchos. Es cierto
que los favoritos eran los mexicanos, pero las expectativas con este grupo eran
bastante altas y en varios casos quedaron por debajo de lo anhelado.
No
fue así con Despaigne y Alba, quienes no dejaron dudas de su calidad en ningún
momento.
El
primero derrochó señorío en la división de +87
kilogramos al sobrellevar al costarricense
Kristopher Moitland después de impactarle con su pierna derecha en pleno
mentón.
Robelis Despaigne no dio oportunidades a sus rivales en la división de +87 kilogramos |
La acción de tres puntos colocó 12-1
el marcador final del pleito, detenido poco después por el árbitro, mientras la
afición premiaba con aplausos al ganador por su apego al juego limpio.
Por
otra parte, Alba confirmó la clase que lo sitúa entre los mejores exponentes de
la disciplina en el orbe, y derrotó ampliamente al jamaicano Craig Brown para
apoderarse del cetro.
El
monarca mundial de los 87 “kilos” impuso diferencia de 7-2 desde el mismo
primer round del duelo, e incrementó la ofensiva en el siguiente hasta celebrar
su tercer éxito consecutivo en el World Trade Center veracruzano.
De
las nueve preseas obtenidas por los criollos, tres llegaron de manos de representantes
santiagueros. A las coronas de Robelis y Alba, se sumó el metal bronceado de la
joven Yosmaylis Ferrer, en los 46kg, quien accedió al estrado con éxito de 5-4
sobre la costarricense Andrea Cervantes y estuvo muy cerca de la final, pero
cedió cinco puntos por penalizaciones -algunas de ellas cuestionables- y no
pudo preservar la ventaja de 7-2 con que inició el último período de su pleito
con la representante de casa Ana Olivan, a la postre campeona.
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