Jorge Lorenzo gana GP de Australia. Marc Márquez descalificado por error de su equipo




Por muchas carreras que uno haya podido ver, el deporte, en general, y el motociclismo, en particular, conservan esa magia por la cual en cualquier momento se puede producir algo nunca visto, y la descalificación de Marc Márquez, por cómo se produjo esta vez, fue lo nunca visto.
El GP de Australia debería haber pasado a la historia como el del bochorno de Bridgestone porque, al no aguantar sus ruedas traseras el reasfaltado de Phillip Island, el sábado se decidió reducir la carrera a 26 vueltas con formato flag to flag, que obliga a los pilotos a pasar por boxes para cambiar de moto, pero ya el mismo domingo por la mañana se redujo a 19, prohibiendo una presencia sobre la pista con las mismas ruedas superior a las diez vueltas. De ese modo, los pilotos deberían entrar a cambiar de montura entre la novena y la décima vuelta, pero he aquí que el equipo de Márquez señaló a su piloto que entrara a boxes una vuelta más tarde de lo que tocaba, en la undécima, y eso supuso que, instantes después, Dirección de Carrera decidiera descalificarle y le mostrara bandera negra.
Ese suceso hará que se recuerde la cita australiana más por lo que se vio en la pista que por las deplorables gomas que aquí trajo la marca nipona, pero para el futuro todos tienen claro que habrá que hacer un test con los pilotos punteros en los circuitos que se reasfalten. Un ejemplo de ello debería ser Indianápolis el próximo año, con la esperanza de que luego no haya que improvisar sobre la marcha soluciones raras.
La víspera de la carrera Marc era de los que decía que la opción de bandera a bandera era la mejor de las soluciones, porque para eso tenían dos motos, pero lo que no imaginaba es que desde el muro le mandarían entrar en la undécima y no en la décima vuelta. El primero en abrir fuego por la calle de boxes fue Pedrosa, que optó por hacerlo en la novena, la primera de las dos vueltas hábiles para ello. El catalán rodaba tercero, esforzándose por seguir la estela de Lorenzo y Márquez. Los tres se habían pasado y repasado en la primera vuelta, y parecía que seguirían la misma estrategia para el cambio, pero no fue así. Dani lo hizo una vuelta antes que Lorenzo y, cuando se esperaba que Marc le siguiera rumbo a boxes, hizo un paso más por meta. Fue en ese momento, y no antes, cuando en su pizarra le mostraron el cartel de BOX, pero ya era tarde porque estaba en su undécima vuelta. Cuando hizo el cambio, nadie le dijo nada al ilerdense, pero su jefe de mecánicos, Santi Hernández, empezaba a temerse lo peor al ver que su piloto había entrado más tarde que nadie. Bueno, en realidad también lo hizo Staring, pero en su caso fue por error suyo y no del equipo.
En su regreso al asfalto, Márquez entró en la trazada buena en el mismo momento que llegaban a ese punto Lorenzo y Pedrosa. El mallorquín no cargó contra el novato y reconoció haber llegado algo "colado" también él a ese punto, por lo que repartió a partes iguales las culpas de un toque entre ambos a más de doscientos por hora que no provocó ningún accidente de milagro. De ahí Marc salió tercero y su intento de remontada se vio abortado cuando le descalificaron.
Eso dejó a Lorenzo líder, con Pedrosa a sus espaldas, sin llegar a inquietarle y con una pelea por el tercero entre Rossi, Crutchlow y Bautista que se llevó el italiano. Lorenzo, por su parte, firmó su sexta victoria de la temporada y la número cincuenta de su carrera, ahí es nada, pero más importante que eso es el balón de oxígeno que suponen los veinticinco puntos de su triunfo combinados con el cero de Márquez. Es así como se abre de nuevo el campeonato para él, porque pasa de los 43 puntos de diferencia con los que llegó a Australia a los 18 que ahora le saca el "pequeño genio". Es decir, el de Yamaha sería campeón con dos victorias en Japón y Valencia combinadas con dos terceros de Márquez. Para éste, en cambio, la combinación que le haría ya campeón en Japón es la misma con la que vino a Phillip Island: un triunfo suyo y un tercero de su rival. Eso volverá a decir que es difícil que se produzca, así que también le valdría un segundo y un tercero en las dos carreras que quedan para ser campeón. Y todo ello con Pedrosa a 34 puntos que, vistas como están las cosas, lo mismo aún tiene algo que decir.

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